Crónica: 16ª Muestra SYFY de cine fantástico (2019)

Dieciséis años, y contando. La Muestra SYFY de cine fantástico de Madrid ha celebrado este año su “sweet sixteen”, y lo ha hecho por todo lo alto, con una de sus mejores programaciones hasta la fecha. Del 7 al 11 de marzo, los asistentes a la Muestra hemos podido disfrutar de una cuidada selección de cine fantástico y de ciencia ficción organizada por la cadena SYFY España, que como suele ser habitual, ha compilado una selección de títulos de lo más variopinto y extravagante.

La Muestra 2019 marcaba también la reaparición de Leticia Dolera como anfitriona, después de la polémica de su serie para Movistar+. La actriz, escritora y directora aprovechó la ocasión para volver a la normalidad, y a las redes sociales, después de tres meses de ausencia (casi) total. Su trabajo fue el de siempre, presentaciones divertidas, espontáneas y sí, feministas. Coincidiendo la Muestra con el Día de la Mujer, no podía ser de otra manera.

Controversias aparte, centrémonos en lo que nos importa de la Muestra. El cine, y la experiencia de verlo acompañado de aficionados al género fantástico. El público de la Muestra es de los más entusiastas que se conocen. Es por ello que se ha convertido en tradición desde hace años comentar las películas y hacer chistes en voz alta durante las proyecciones. Esto forma parte de la experiencia, pero afortunadamente, desde hace poco, la organización ha duplicado (o triplicado) las sesiones para diferenciar entre “Sala Mandanga” y “Sala del Silencio”. En la primera, el público es libre de armar todo el jaleo que quiera, en la otra se va a ver las películas en silencio.

Y sin más dilación, paso a comentaros las películas que he visto este año en la Muestra SYFY. Desafortunadamente no me ha sido posible verlas todas como otros años, pero de lo que he visto, me llevo un par de peliculones para la posteridad. Y alguno de ellos se estrena en salas comerciales pronto, así que tomad nota.

Capitana Marvel (Anna Boden, Ryan Fleck, 2019) – Inauguración

La Muestra SYFY comenzó el jueves con la premiere de Capitana Marvel en Madrid, película de apertura con la que empezamos esta edición “más alto, más lejos, más rápido”. La primera entrega de Marvel protagonizada enteramente por una mujer llegaba ensombrecida por una campaña de odio en Internet y un boicot por parte de los trolls que no les salió como esperaban: 455 millones de dólares recaudados en su primer fin de semana, convirtiéndola en el estreno mundial más taquillero protagonizado por una mujer y el segundo de superhéroes detrás de Vengadores: Infinity War. El público de la Muestra se entregó por completo a la historia de origen de Carol Danvers (estupenda Brie Larson), una película con todas las señas de identidad de Marvel y muchas conexiones con el resto de su Universo, concretamente con Vengadores: Endgame. La película se ha confirmado como un nuevo triunfo para el estudio, y así se sintió en la premiere. Risas, emoción con el cameo de Stan Lee, aplausos al final y un gran revuelo generalizado con las escenas post-créditos. Ah, y como era de esperar, la gata Goose conquistó a todo el mundo. Chupaos esa, troll. Si queréis saber más, os cuento mis impresiones sobre la película (que disfruté mucho más la segunda vez, conociendo de antemano los giros del argumento) aquí.

Elizabeth Harvest (Sebastián Gutiérrez, 2018)

La primera jornada propiamente dicha arrancaba para mí con Elizabeth Harvest, fábula de ciencia ficción dirigida por el venezolano Sebastián Gutiérrez. A medio camino entre Cincuenta sombras de Grey y un capítulo de La dimensión desconocidaElizabeth Harvest se desarrolla como una historia de clones con (sospechosos) ecos a Ex Machina (tienen muchos elementos en común y el final es calcado) y mucha comedia involuntaria. Protagonizan Abbey Lee (Mad Max: Furia en la carretera), Ciarán Hinds (que no sabemos cómo ha ido a parar ahí) y Carla Gugino, que le hace un favor al director (su marido) agraciando la película con su presencia. Pero ninguno de ellos (ni Dylan Baker, que también se pasa por ahí) es capaz de salvar la película. Su historia promete, pero una trama enrevesada y llena de pseudociencia acaba haciéndola cada vez más tediosa, confusa y absurda. Cuesta mucho tomársela en serio, pero claro, para eso estamos en la Muestra, cuyo público se encarga de que ninguna película aburra.

Upgrade (Leigh Whannell, 2018)

Primera gran sorpresa de la Muestra. Incomprensiblemente, esta curiosa cinta de ciencia ficción de la factoría Blumhouse no ha llegado a estrenarse en cines españoles, por lo que agradecemos a SYFY que la haya recuperado para el disfrute de su público objetivo. Leigh Whannell (guionista de Saw Insidious, y director de Insidious 3) se pasa al sci-fi con un oscuro thriller futurista a medio camino entre el policíaco, el noir y la acción pura que tiene mimbres de película de culto. En ella, un hombre tetrapléjico vuelve a andar gracias a la implantación de un chip llamado Stem, que toma el mando de sus funciones motoras y lo lleva al límite de sus capacidades, tras lo cual irá en busca de los hombres que mataron a su mujer, aprovechando sus nuevas habilidades. Logan Marshall-Green (el hermano perdido de Tom Hardy) realiza una fantástica interpretación física en una película que casualmente también va de un hombre que habla con una voz en su cabeza que controla su cuerpo. Aunque recuerda a muchas películas anteriores (Minority ReportHerCrank, Lucy, Venom), Upgrade logra ser original. Engancha, tiene escenas de acción brutales y madera para saga. Muy disfrutable.

Gintama (Yûichi Fukuda, 2017)

Incorporación de última hora, Gintama se proyectaba en la Muestra a la vez que El año de la plaga, para gozo de fans del anime y el cine fantástico japonés. Se trata del largometraje en acción real del popular manga de Hideaki Sorachi, que ya ha tenido múltiples adaptaciones en diferentes formatos, incluida una longeva serie de animación. La película opta por la adaptación literal, conservando el estilo anime con un aspecto visual colorista, ritmo frenético, un “argumento” en el que todo vale e hilarantes efectos digitales de tercera. Lo mejor de la película son los chistes meta y las referencias a otros títulos de la cultura pop japonesa (el cameo de Nausicaä es genial), pero más allá de eso, cualquiera que no esté acostumbrado a este tipo de productos, puede salir completamente espantado por su estridencia y su absurdo sin fin. Sin ir más lejos, a mí me dejó el cerebro frito y mató las pocas neuronas que me quedaban. No apta para todos los públicos.

Prospect (Christopher Caldwell, Zeek Earl, 2018)

Christopher Caldwell y Zeek Earl dirigen esta personal propuesta de ciencia ficción que comienza como un drama paternofilial ambientado en el espacio (con el referente indie Jay Duplass) y acaba convirtiéndose en un competente thriller de supervivencia que se vuelve más y más extraño e intenso conforme avanza. Con un simple escenario principal (un bosque) y mediante diálogos que dan mucha información sin sobreexplicar demasiado, la película da forma a un detallado universo ficticio, demostrando que no hace falta un gran despliegue de efectos para crear mundos fantásticos creíbles en el cine. En el centro de la historia, una relación muy interesante y muy bien interpretada por la prometedora Sophie Thatcher y un genial Pedro Pascal. Una de las sorpresas más gratas de este año.

Dragged Across Concrete (S. Craig Zahler, 2018)

El sábado nos encontrábamos con un viejo conocido, S. Craig Zahler. Sus dos películas anteriores, Bone TomahawkBrawl in Cell Block 99 se habían proyectado en la Muestra con gran éxito de público, por lo que su tercer largo como director no podía faltar en la programación de este año. Para su nuevo trabajo ha vuelto a contar con Vince Vaughn, que esta vez está acompañado nada más y nada menos que de Mel Gibson, con el que lidera un gran reparto. Dragged Across Concrete (qué gran título) es un thriller policíaco sórdido y ultraviolento en la tradición de Zahler, que sigue insistiendo en hacer un tipo de cine que recuerda inevitablemente al de Tarantino. Con leves pero constantes pinceladas de humor y dos horas y media de duración, el director casa el exceso de sus imágenes con una narración y una realización muy calculadas que, afortunadamente, no aburre a pesar de su metraje gracias a su buen pulso. Lo malo es que en su tercera película ya se le empiezan a ver las costuras. Zahler peca de pretencioso, repite esquemas y su discurso atufa a rancio, con personajes femeninos que son el paradigma del sexismo en el cine y Gibson interpretando a un personaje a su medida: un poli corrupto anticuado, racista, machista y homófobo. Dragged Across Concrete es de esas películas que te hace simpatizar tanto con ese tipo de personajes que te acabas preguntando si es solo el personaje o la película también defiende esas ideas tan primitivas.

Nación Salvaje (Sam Levinson, 2018)

Y tras la saturación machirula de Dragged Across Concrete llegaba un film diametralmente opuesto, Assassination Nation, incendiaria sátira feminista sobre cuatro chicas adolescentes que se convierten en el blanco de la ira de su instituto y una pequeña comunidad idílicamente suburbana que ha sido víctima de un escandaloso hackeo masivo. Una reflexión hiperbólica pero afiladísima sobre el papel de Internet en nuestras vidas, el linchamiento social, la hipocresía y la doble moral, y el juicio de una comunidad conservadora ante la liberación de la mujer y la expresión de su sexualidad (es de todo menos casual que transcurra en Salem). Es decir, una historia completamente actual y oportuna que se propone provocar y lo consigue. Es como si Sofia Coppola, David Robert Mitchell y Harmony Korine se hubieran unido para hacer una película. Moderna, pop, autoconsciente, violenta, visual y estéticamente gloriosa, y con una recta final demencial, Assassination Nation es una de esas propuestas radicales que dividen fuertemente a la audiencia. Los varios egos masculinos que salieron heridos de la proyección demostraron que la película logra su propósito de remover conciencias e incomodar a aquellos que se sienten amenazados por el feminismo y el poder de la mujer.

Escape Room (Adam Robitel, 2019) – Clausura

La Muestra SYFY concluía el domingo con Escape Room, película de clausura que esta semana llega a las salas comerciales de toda España. Adam Robitel (The Taking of Deborah LoganInsidious. La última llave) dirige la nueva vuelta de tuerca de las sagas de terror juvenil que ya se ha convertido en todo un éxito en Estados Unidos. Escape Room es como una fusión entre Cube, Saw La cabaña en el bosque, un juego retorcido en el que seis desconocidos se enfrentan a una escape room de la que deberán salir con vida usando su ingenio. Aunque no es original y requiere suspender la incredulidad considerablemente, es una película muy efectiva en lo que se propone, además de tremendamente entretenida. Destaca por su creatividad a la hora de diseñar los puzles y por lo bien que maneja la tensión. Una nota positiva para terminar la Muestra y dejarnos con ganas de más el año que viene.

Capitana Marvel: El eslabón perdido de Marvel

Ha tardado diez años, pero por fin ha llegado. Marvel presenta su primera película protagonizada por una mujer (después de que la Avispa compartiese cartel con el Hombre Hormiga en Ant-Man y la Avispa). Capitana Marvel es la penúltima entrega de la Fase 3 del Universo Cinematográfico Marvel, un acontecimiento muy esperado que promete sacudir los cimientos de este universo de ficción. Anna Boden y Ryan Fleck dirigen la primera película en solitario del divisivo personaje de Marvel Comics, adoptando su encarnación más reciente, Carol Danvers. La oscarizada Brie Larson se pone en la piel de la heroína de poderes cósmicos en una película que ejerce como presentación oficial del personaje y también como precuela del Universo Marvel y la Iniciativa Vengadores, es decir, un entreacto para rellenar los huecos entre Vengadores: Infinity War Endgame.

Como viene siendo habitual en las películas del estudio, Capitana Marvel toma elementos icónicos de la historia de Marvel Comics y los transforma y adapta a sus necesidades. La película se construye como una historia de orígenes, pero no es exactamente la que nos encontramos en las viñetas, sino que han decidido alterar el orden de los factores para tratar de darle un giro refrescante. La de Carol Danvers es una historia de autodescubrimiento clásica, pero en lugar de utilizar el ABC del decálogo superheroico, cambia el esquema por un BCA, resultando en una origin story ligeramente diferente, si bien algo confusa e irregularmente desarrollada, sobre todo durante su primer acto.

Capitana Marvel transcurre en los 90, y se asemeja a una película de acción y ciencia ficción de invasiones extraterrestres propia de esta década, una aventura intergaláctica que nos presenta el Universo Marvel tal y como era antes de que lo conociéramos. Después de estrellarse en la Tierra durante una misión, en la época en la que todavía se usaban las cabinas telefónicas y existían los videoclubs, la guerrera Kree Vers (Larson) trata de ponerse en contacto con su equipo, liderado por su mentor, Yon-Rogg (Jude Law), mientras investiga la infiltración en nuestro mundo de la raza alienígena de los Skrulls, con la que los Kree libran una guerra a través del espacio. Durante su estancia en la Tierra, Vers empieza a ver flashes de una vida anterior, lo que le lleva a descubrir la impactante verdad sobre su pasado, su identidad y el origen de sus poderes.

Larson está acompañada la mayor parte del tiempo por Samuel L. Jackson, que retoma su papel como Nick Furia cuando aun era un simple agente de S.H.I.E.L.D, gracias a la tecnología digital rejuvenecedora a la que tanto partido le está sacando el estudio (y con éxito, porque el “lifting” de Furia es impecable y no distrae en ningún momento). Ambos llevan el timón, junto a la robaescenas oficial de la película, la gata Goose, de una divertida buddy film dentro del espectáculo sci-fi al que nos tiene acostumbrados Marvel, protagonizando los momentos más cómicos en una película que sabe dosificar el humor para no saturar con demasiados chistes. El reparto es uno de los puntos fuertes del film, con Jackson como una de las atracciones principales, y un grupo de aclamados intérpretes secundando a los protagonistas. Los personajes de Jude Law, Ben Mendelsohn y Annette Bening están correctamente caracterizados e interpretados, nos deparan bastantes sorpresas (Talos la más grata), y los actores parecen estar pasándoselo bien, algo que no siempre ocurre con este tipo de fichajes de renombre en el cine de superhéroes.

Pero por supuesto, Larson es el centro de atención. La actriz, blanco de polémicas externas por su empeño en aumentar la diversidad en la crítica y la cobertura de prensa de la película, se ha tenido que enfrentar a un injusto escrutinio por parte de un sector del público. Afortunadamente, la actriz demuestra con su estupendo trabajo en la película que fue una elección más que acertada para el papel. Su Carol es una superheroína definida, una mujer inteligente, decidida y carismática que Larson construye encontrando el equilibrio adecuado entre el temple y la capacidad analítica de un soldado, la fuerza extraordinaria de un superhéroe y la humanidad de una persona que está tratando de descubrir quién es en realidad.

Capitana Marvel es una oportunidad para visitar otro rincón pasado del Universo Marvel y reencontrarse con viejos conocidos. La presencia de Furia, Ronan (Lee Pace), Korath (Djimon Hounsou) o Phil Coulson (Clark Gregg) establece conexiones con las vertientes terrenales y cósmicas del UCM, ayudando a completar sus historias mientras trazan líneas directas con Los Vengadores (algunas inesperadas) que nos preparan para el enfrentamiento final con Thanos en Endgame. Pero estos nexos están debidamente entrelazados en la historia de Carol de modo que nunca hacen que el foco se distancie demasiado de ella y que, por tanto, la película se mantenga contenida en sí misma.

Aunque no sobresale especialmente por su aspecto visual o su dirección, más bien convencional (sobre todo si lo comparamos con otras entregas de la Fase 3 mucho más estimulantes como Doctor StrangeThor: Ragnarok Black Panther), Capitana Marvel saca provecho de su ambientación noventera con detalles nostálgicos muy simpáticos (de los que, afortunadamente, no abusa) y sobre todo una banda sonora de temazos de los 90 (Garbage, Hole, No Doubt, TLC, Nirvana, REM…) que harán vibrar a cualquiera que creció durante esta década. Las canciones suelen acompañar escenas de acción electrizante y combates excelentemente ejecutados (memorable un explosivo una contra todos al ritmo de ‘Just a Girl’ de No Doubt), en los que Larson destaca por su agilidad y contundencia, haciendo honor a la reputación de su personaje como el más poderoso del Universo Marvel (aunque eso aun está por ver).

Capitana Marvel es la historia de empoderamiento femenino que el eminentemente masculino Universo Marvel necesitaba. Carol Danvers no solo se enfrenta a villanos del espacio exterior, sino también al sexismo de cada día en la Tierra (en una escena le llegan a pedir que sonría, evocando así a la absurda polémica en Internet porque el personaje no aparece sonriendo en el material promocional de la película), respondiendo siempre con entereza y dignidad, dándole a lo trolls la justa atención que merecen y levantándose cada vez que se cae para demostrar su valía en un mundo de hombres que no creen que haya lugar para ella. También hay que señalar que no hay historia de amor en la película, sino una bonita amistad entre Carol y su excompañera de vuelo y mejor amiga Maria Rambeau (la revelación Lashana Lynch), con la que protagoniza las escenas más emotivas. Pero su mensaje feminista viene también acompañado de un (quizá no muy sutil) mensaje anti-bélico y una reflexión en torno a los refugiados alienígenas que sirve como reflejo de nuestra realidad y ayuda a dar un mayor empaque emocional y trascendencia a la historia.

Evidentemente, Marvel sabe exactamente lo que tiene que dar a su público, y eso es justo lo que hace en Capitana MarvelQue es formulaica es más que obvio. Aunque, como ya he dicho, trata de darle una vuelta de tuerca a esa fórmula para contar una historia de orígenes desde otro punto de vista, al final no deja de ser una película de Marvel en todos los aspectos, para bien y para mal. Ofrece las dosis de acción y espectáculo que esperamos de Marvel (con efectos digitales mejorables, desgraciadamente también como siempre), la fusión de drama y comedia, las conexiones con el UCM, la fijación con las relaciones paterno-filiales, la definición de qué hace al héroe y su lucha moral, los giros argumentales que dan la vuelta a lo que creíamos saber, el marveliano juego de la anticipación que da lugar a un tercer acto que eleva la película… Todo está aquí, y todo funciona tan bien como siempre. Porque si algo no está roto, ¿por qué vas a arreglarlo?

Capitana Marvel es un disfrutable estallido galáctico de nostalgia noventera, una bienvenida incorporación al Universo Marvel que cumple su cometido presentando a su heroína y dejándonos con ganas de volver a verla. No es una película perfecta, pero es que sería injusto pedirle que lo fuera. El hecho de que sea la primera película de Marvel centrada en una mujer ha hecho que le exijamos más que a sus predecesoras, cuando lo cierto es que Marvel ha hecho con ella lo que debía: darle el mismo tratamiento que a sus héroes masculinos. Su primera incursión en Marvel es un eslabón imprescindible para todo fan del estudio, una inspiradora historia que sirve para encajar las piezas que faltaban y calentar motores para el gran acontecimiento de Vengadores: Endgame, en el que volveremos a ver a Carol, ya unida a los Héroes Más Poderosos de la Tierra.

Pedro J. García

Nota: ★★★★