Especial Pilotos 2013-14 – Parte III

The Crazy Ones

The Crazy Ones

Emisión: Los jueves en CBS

Opinión sobre el pilotoThe Crazy Ones es la nueva serie de David E. Kelley. Así que sabemos lo que esperar de ella: excentricidad (de la modalidad “payaso de cumpleaños”), gente cantandotramas profesionales entrelazadas con conflictos personales y corazón, mucho corazón (Ally McBeal style). El piloto de The Crazy Ones es todo esto. Y además es el regreso a la tele de Robin Williams y de Sarah Michelle Gellar (él se marchó hace muchos años, ella no, pero su última serie la vimos cuatro gatos). El caso es que como carta de presentación, estos primeros veinte minutos podrían haber sido mucho peor. Haciendo balance después de ver el episodio, lo que más sobra es precisamente la atracción principal: Robin WilliamsPorque no tenemos 12 años ni vivimos en 1985, y porque su humor caducó poco después de que abandonara la tele.

A pesar de su irrefrenable tendencia a provocar vergüenza ajena (por favor, que nadie cante más), The Crazy Ones funciona, y tiene cuerda para funcionar durante mucho tiempo (la audiencia ha convertido el piloto en el mejor estreno de lo que llevamos de año, así que seguramente lo hará). El reparto que rodea a Robin y SMG, que interpretan a los dueños de una agencia de publicidad (Mad Men, te están vigilando de cerca) es reducido. Tenemos a James Wolk (¡Bob Benson!), sus hoyuelos, su sonrisa y su mentón, suficiente reclamo para permanecer en sintonía. También están Hamish Linklater, y Amanda Setton haciendo el mismo personaje que en The Mindy Project (serie que abandonó para venirse a esta). De momento están desdibujados, pero conectan bien y parece que podrían dar mucho juego. La que está bien dibujada es Sarah Michelle Gellar. Grata sorpresa teniendo en cuenta que sus aptitudes para la comedia no han sido precisamente extraordinarias nunca. Dejando a un lado las sonrisas ultra-forzadas e incómodas ante los numeritos de Robin Williams (nosotros también sonreiríamos así), Sarah está encantadora y a ratos genuinamente graciosa. Gracias a que ella está ahí para ejercer de “red” de Robin Williams, nos será más llevadero aguantar su humor.

Puntuación: 6/10

Razones para quedarse: ¿He dicho James Wolk? ¿Su pelo, sus ojos, su encanto? Además de él, y nuestra SMG, tengo la sensación de que la serie nos tiene guardados momentos emotivos padre-hija que me apetece ver.

Razones para abandonar: Que no sean capaces de contener el humor de Williams y todos los episodios sean un insoportable festival de muecas, chistes para niños y voces. No es tan difícil, ya desde el principio notamos que Simon Roberts es un hombre abatido en el terreno personal. Solo tiene que llegar un momento en el que deje de usar el humor como escudo y nos liberen del sufrimiento que esto conlleva.

 

Trophy Wife ABC

Trophy Wife

Emisión: Los martes en ABC

Opinión sobre el piloto: Confirmado por enésima vez. ABC no está interesada en hacer otro tipo de comedia que no sea Modern Family. Con The Goldbergs lo dejó bien claro, y con Trophy Wife la sutilidad de su estrategia comercial brilla por su ausencia. Esta nueva sitcom de una sola cámara sigue las aventuras de Kate Harrison (Malin Akerman), una treintañera cabra loca que de la noche a la mañana se convierte en madrastra de tres hijos. Una “mujer florero” muy al estilo Gloria Pritchet que tiene que lidiar no solo con los niños, sino con sus madres, las dos anteriores esposas de su marido. Podéis imaginaros la que se monta cuando todos coinciden en el mismo lugar.

El piloto de Trophy Wife es, a pesar de lo poco original de la fórmula, un auténtico soplo de aire fresco en la nueva oferta de series USA. No hay apenas nada que reprocharle. Buenos personajes, buenas interpretaciones, risas aseguradas y un buen rollo muy contagioso. Malin Akerman está estupenda como protagonista, dando rienda suelta a su fantástica vis cómica (que ya descubrimos en la mítica The Comeback) y su adorkabilidad. Pero el resto del reparto, adultos y niños por igual, rebosa talento. Una agradable sorpresa que promete intentar ser más “moderna” que Modern Family.

Puntuación: 7/10

Razones para quedarse: La innegable simpatía de Malin Akerman, la magna presencia de Marcia Gay Harden, y una enorme robaescenas en potencia ya desde el piloto, Michaela Watkins. Y en definitiva, lo bien que funcionan todos los personajes juntos y por separado. Ah, sin olvidarnos del niño chino. Lily Pritchet-Tucker versión masculina.

Razones para abandonar: Que quizás dure poco…

 

The Michael J. Fox Showjpg

The Michael J. Fox Show

Emisión: Los jueves en NBC

Opinión sobre el piloto: La expectación alrededor del regreso de Michael J. Fox a la tele era muy alta. El actor, que lleva viviendo 22 años con Parkinson, vuelve para contarnos su historia de superación a través de Michael Henry, un ex presentador de noticias que regresa a la NBC después de retirarse por culpa de la enfermedad. A pesar de lo loable del esfuerzo de Fox, el resultado está muy por debajo de las expectativas. La culpa no es suya, claro. El piloto de The Michael J. Fox Show es básicamente un testimonio de superación por parte de Michael y su familia, un blanquísimo y sosísimo autohomenaje que, a pesar de invitar a reírse de la enfermedad, carece completamente de sentido de la comedia.

The Michael J. Fox Show no tiene fuerza, se queda en la superficie todo el tiempo, y su reparto no posee la química requerida para que nos creamos los “lazos de familia” que los unen en la ficción. Todo transcurre de manera impostada, artificial, y sin gracia. Da igual que los actores se esfuercen más o menos, al guion le falta chispa y no hay nada que hacer. Los chistes no son tal cosa, los personajes son planos, y tanto el argumento como el irregular tono recuerdan a la malograda serie de Matthew Perry, Go On, otra sitcom de NBC que intentaba ser graciosa pero sencillamente no tenía lo que hay que tener. Quizás un poco más de mala leche le habría venido bien al piloto. Menos tiento y corrección política, menos peloteo y más riesgo aproximándose a la enfermedad de Fox, para que de verdad nos creamos que no pasa nada por reírse. El comeback de Michael J. Fox es motivo de celebración, su serie no.

Puntuación: 4.5/10

Razones para quedarse: Confiar en que la serie logre encontrar su tono. Muchas otras comedias de NBC empiezan a medio fuelle y acaban hallando su personalidad.

Razones para abandonar: Todo lo anteriormente expuesto. Además, la interpretación de Fox está tristemente impedida por la enfermedad, que se encuentra muy avanzada, por lo que puede distraer bastante. Por desgracia, el actor no vocaliza y cuesta seguir los diálogos en los que él interviene (aunque tengamos subtítulos). Claro que esto no es lo peor. Con un buen guion quizás podría pasarse por alto. Pero parece que nadie estaba interesado en escribir una comedia.