‘El hombre invisible’, oportuna relectura del mito de terror

El reboot de La momia protagonizado por Tom Cruise en 2017 iba a inaugurar un nuevo universo compartido alrededor de los míticos monstruos de Universal (Drácula, El hombre lobo, etc). El Dark Universe, como se hizo en llamar, se anunció a bombo y platillo con los fichajes de Javier Bardem, Johnny Depp, Russell Crowe y Sofia Boutella acompañando a Cruise, pero la película resultó ser un fracaso en todos los sentidos, lo que frustró la saga nada más despegar.

El batacazo del Dark Universe enseñó una importante lección a Universal: para construir una saga al estilo de Marvel hay que empezar por los cimientos, no por el tejado. Como resultado, el estudio se replanteó el proyecto y tomó una decisión inteligente: desarrollar las siguientes películas como historias individuales con la ayuda de la infalible Blumhouse, con la que mantiene un contrato en exclusiva. Así nació la nueva versión de El hombre invisible, una relectura moderna con presupuesto menor y autonomía narrativa que se libera de las presiones de las franquicias de cine. Su buena acogida, tanto a nivel de taquilla como de crítica (fue uno de los últimos éxitos pre-coronavirus), ha servido para quitar el mal sabor de boca de La momia y reavivar el interés por estas propiedades.

El hombre invisible viene firmada por Leigh Whannell, uno de los principales creativos de Blumhouse y director de Insidious 3 y la muy estimable Upgrade. La película reinventa la historia creada por H.G. Wells como relato sobre la violencia doméstica en el que el monstruo fantástico se convierte en un monstruo muy real: un maltratadorElisabeth Moss (Mad MenEl cuento de la criada) interpreta a la víctima, Cecilia, una mujer atrapada en una relación controladora y violenta con un brillante científico (Oliver Jackson-Cohen) que, tras su muerte en extrañas circunstancias, comienza a ser atormentada por un ente invisible que pone en peligro a sus seres queridos y la lleva al borde de la locura.

Whannell, que también escribe el guion, construye un drama de suspense y terror psicológico en el que todo está medido con precisión y nada sobra. Sobria, elegante y sin grandes ornamentos, la película descansa principalmente en la tensión y el miedo intrínsecos a la situación, y sobre todo, en la excelente interpretación de Moss, que con cada proyecto que elige se reafirma como la reina del sufrimiento y el desquicio. Su trabajo aquí es simplemente soberbio, una exhibición de matices y expresividad que nos hace partícipes del viaje emocional de su personaje, su trauma y su transformación.

Sin caer en el abuso de los sustos gratuitos que tanto abunda en el cine de terror moderno, El hombre invisible busca inquietar al espectador sobre todo manteniendo una sensación de desasosiego constante y una atmósfera opresiva, con escenas en las que se puede sentir el miedo aunque realmente no esté pasando nada. Whannell muestra un manejo absoluto de la tensión y hace un uso muy inteligente de la cámara, que abarca el espacio como si ella también fuera una presencia invisible ejerciendo influencia en la historia y la vida de Cecilia. La fotografía, fría y oscura, la visceral banda sonora de Benjamin Wallfisch (compositor de Blade Runner 2049 It), el diseño de sonido y el mesurado uso de los efectos especiales completan una experiencia muy intensa y equilibrada en todos los aspectos.

El hombre invisible reescribe inteligentemente el mito de terror dándole un origen mucho más acorde a nuestro presente y con una aproximación a la ciencia ficción más anclada en la realidad. La película se toma su tiempo para hacer las cosas y a cambio, el resultado es más que notable (así sí, Universal). Sin excesos ni complicaciones, pero con una visión muy clara de lo que quiere contar, Whannell lleva a cabo uno de esos remakes que no solo consiguen justificar su existencia, sino que además logran aportar algo nuevo, interesante y oportuno.

Pedro J. García

El hombre invisible sale a la venta en Blu-ray y DVD de la mano de Universal Pictures.

Extras: Comentario de fondo con el guionista/director Leigh Whannell. Escenas eliminadas. Moss se manifiesta. El viaje del director con Leigh Whannell. Los actores. Terror atemporal.