Canal + Series y la editorial Ariel del Grupo Planeta organizaron el pasado día 11 de marzo un encuentro para fans con Piper Kerman, la autora del libro Orange Is the New Black, en el que se basa la exitosa serie de Jenji Kohan sobre una mujer que fue acusada de tráfico de drogas y se presentó voluntaria para ingresar en una prisión de mínima seguridad. Durante aproximadamente dos horas, los afortunados asistentes al evento organizado en Cinesa Proyecciones (Madrid), pudimos oír de primera mano algunas de las historias que la verdadera Piper Chapman vivió en prisión durante los 13 meses que estuvo encarcelada (“Fui condenada a 15, pero salí antes porque me portaba mejor que Chapman”). Algunas de ellas trasladadas tal cual a la pantalla, otras completamente alteradas para la ficción.
A través de sus palabras, Kerman demostró ser una gran oradora, además de una persona tremendamente sensata, concienzuda e inteligente, una mujer cuya experiencia en la cárcel le ha servido no solo para ponerse en contacto directo con su propia humanidad (palabra que repitió muy significativamente en incontables ocasiones), sino también para ofrecer su ayuda y orientación a las personas que, como ella, cometieron un gran error en el pasado y necesitan enmendarlo. Asimismo, a través de su trabajo en varias ONG, Kerman utiliza su caso para concienciar al mundo de las injusticias del sistema legal norteamericano, especialmente entre las mujeres. Tal y como ella explicó, las mujeres no solían ir a la cárcel antes de la reforma legal de los 80 para la lucha contra la epidemia de las drogas, a menos que hicieran algo realmente horrible. En cambio, ahora contribuyen a la superpoblación en las cárceles de su país, donde “incluso hay prisioneras políticas encerradas por protestas pacíficas. La gente piensa que no existen, pero sí, y creen que tenemos un sistema que trata a todas con igualdad, pero nada más lejos de la realidad”.
La publicación de esta novela autobiográfica en castellano es una oportunidad ideal para que los fans de la serie conozcan la verdadera historia que hay tras las reclusas de la prisión de Litchfield, Nueva York. Se ha optado por mantener el título en su versión original, Orange Is the New Black, que según Kerman, “no es solo una referencia a la clásica expresión tipo ‘el rosa es el nuevo negro’ sino un guiño directo a la mujer, que a partir de los 80 es más propensa a llevar ese mono naranja”, como corrobora el aumento del 800% de la población reclusa femenina en Estados Unidos durante los últimos 25 años. OITNB nace como testimonio sobre las injusticias del sistema penal norteamericano, pero es en esencia un relato sobre la mujer. “Mi intención a la hora de escribir el libro no era la búsqueda de la catarsis, aunque por supuesto después la encontré. Mi intención fue cambiar la visión que la gente tiene de la prisión, y sobre todo de las mujeres que hay dentro. La mujer es un ser tremendamente ingenioso y habilidoso, que se las arregla para sobrellevar la escasez de recursos con imaginación”.
En sus respuestas, Kerman describe a menudo la cárcel como un lugar en el que se arrebata la humanidad a las personas. “Se debe encontrar la manera de luchar contra esa deshumanización, y muchas mujeres hallan refugio en un libro, en la cocina, en una amistad, o en el amor”. La autora nos habló de la preciosa (y triste) relación amorosa entre dos mujeres (“muy grandes”), una de las muchas que presenció en el tiempo en el que estuvo dentro, y después contó que su relación con Larry, su todavía prometido en la época en la que fue encerrada, es muy distinta a la que vemos entre los personajes de Taylor Schilling y Jason Biggs. “Yo seguí con él durante todo mi encarcelamiento, luchamos juntos por continuar adelante. No discutíamos sobre tonterías, porque teníamos que concentrarnos en cosas más graves. Con el paso de los años, ya sí que empezamos a discutir por tonterías” (Piper sigue casada con Larry en la vida real). Dentro de prisión, Kerman encontró una profunda amistad en dos mujeres que estaban encerradas por problemas con las drogas, y que en la serie tienen su homóloga en Nicky (por cierto, su personaje favorito de la serie). Gracias a las relaciones que entabló dentro y a su prometido, Kerman pudo mantener su “línea de vida” hasta el momento de su liberación.
Para la autora es muy importante no perder ese contacto con la familia, no ceder al aislamiento absoluto (aunque las injusticias dentro de la cárcel lo ponen difícil), ya que está demostrado que hay menos posibilidades de reincidir si al término de la condena hay alguien esperándote fuera. Además de las diferencias entre ambos Larrys, Kerman nos habló sobre el grado de semejanza con la realidad que hay en los personajes y los eventos de la serie, un tema que despierta mucha curiosidad entre los fans. “Por ejemplo, la escena del primer día de Piper en la cárcel es en la serie tal cual ocurrió. Todas estas mujeres se acercaron a mí y me ofrecieron cepillos de dientes, zapatillas para la ducha, etc. Incluso la celda es una reproducción exacta. Lo de que dormíamos sobre las camas perfectamente hechas es verdad también. Lo hacíamos porque había inspecciones sorpresa, y si las pasábamos éramos las primeras en comer. Aunque la comida no era la mejor motivación ahí dentro. Es otra de las vías que tiene la cárcel para deshumanizar a las presas”.
Por otro lado, “todas las historias de los personajes en la serie están inventadas, todos los flashbacks son creaciones de ficción para la serie, pero muchos personajes son reales”. Como hemos dicho ya, Nicky es una fusión de las dos mejores amigas de Piper en la prisión. De las demás se ha cambiado el nombre, o se han exagerado sus características. Según Kerman, Red es la que más se parece a su referente en el libro, una mujer con la que Piper chocó al principio pero que “acabó convirtiéndose en mi madre adoptiva”. Pennsatucky existe, pero en las memorias de Kerman no está tan pirada como el personaje de Taryn Manning. Kerman siguió en contacto con algunas de estas mujeres, a las que incluso pidió consejo y aprobación antes de publicar el libro: “Yoga Janet, una mujer maravillosa, me escribió un mensaje de texto para decirme que no quería que el libro se acabase nunca”.
Por supuesto, también hubo ocasión de hablar sobre Alex Vause, o más bien sobre Nora Jensen, la mujer en la que se basa el personaje de Laura Prepon, aunque el tema se resistió un poco y solo llegó al final de la charla. Kerman contó entre otras cosas que, al contrario que Chapman, ella sí tuvo que compartir celda con Nora, que consta legalmente que ella fue quien la delató, y que su confrontación con Nora una vez coincidieron en prisión fue parecida a la de Chapman y Vause en la serie, pero se extendió a lo largo de una semana. “La pregunta que todo el mundo me hace es ‘¿Mantienes el contacto con Nora?’ Y la respuesta es ‘no, pero lo mantengo con su hermana’, a la que por cierto Nora también delató, como a mí. Ella estuvo en la cárcel 7 años, y Nora 9, porque cometieron delitos realmente horribles”. Sin embargo, Kerman no guarda rencor a su Alex, y reconoce que la culpa de lo que le ocurrió es suya y solo suya: “Ella era una mujer seductora, inteligente, tenía 10 años más que yo, me presentó unas opciones, y yo tomé la decisión”. Kerman no es una mujer religiosa, pero conoce perfectamente el valor del perdón, y después de contarnos su experiencia, nos aconsejó que nos atreviéramos a perdonar, como ella había hecho con Nora, sin importar lo grave de la ofensa, porque “uno se siente mucho mejor así que guardando rencor o castigando durante años a la otra persona”.
Tras esta conclusión que invita a la comprensión y la solidaridad, y después de una agradable velada en la que pudimos comprobar que Piper Kerman es una mujer con la cabeza tremendamente bien amueblada, muy agradecida por su experiencia de aprendizaje, la autora de Orange Is the New Black firmó ejemplares de su libro y conversó de tú a tú con los fans. El evento OITNB concluyó con la proyección del tercer episodio de la primera temporada, “Solicitud de lesbianismo denegada“, dirigido por Jodie Foster. Este verano podremos ver la nueva temporada en Netflix y Canal + Series. Kerman, que ejerce como asesora creativa, no pudo adelantarnos nada sobre ella, pero dejó caer que habrá personajes nuevos, presas “white collar” que por ahora no han abundado tanto en la serie como en el libro. Y además apoyó la visión de Kohan, que ha diseñado OITNB de manera que no haya una sola protagonista. Según Kerman, si en algún momento se decide sacar a Piper de la cárcel después de esos 15 meses de condena, la serie podría seguir perfectamente sin ella.