Crítica: Noche real

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Mayo de 1945. La II Guerra Mundial ha tocado a su fin, y tanto en las calles de Londres como en el Palacio de Buckingham se preparan para celebrarlo. En la residencia real, el Rey Jorge (Rupert Everett) ensaya su discurso con ayuda de la Reina (Emily Watson), mientras que las jóvenes princesas, Isabel (Sarah Gadon) y Margaret (Bel Powley), anhelan unirse al pueblo en la calle para vivir tan señalada ocasión de cerca, sin aburridas ceremonias protocolarias. Ante la insistencia de las princesas, los reyes les dan permiso para que salgan de incógnito y se sumen a las celebraciones, pero no sin llevar escolta (dos despistados guardias reales), con un itinerario pre-establecido y por supuesto, toque de queda. Sin embargo, las hermanas tienen otros planes, y están decididas a vivir una noche inolvidable, pase lo que pase.

Julian Jarrold, realizador de BBC y uno de los directores más destacados del cine de época británico (suyas son La joven Jane Austen Retorno a Brideshead), firma esta Noche real (A Royal Night Out), una cinta histórica que cuenta en clave de comedia los hechos reales de la noche del 8 de mayo de 1945, el “Victory Europe Day”, en Londres. Las aventuras de la princesa Isabel, enfermera del ejército y futura reina Isabel II, y su pizpireta hermana pequeña, proporcionan el material idóneo para realizar una divertida screwball comedy, una cinta de enredos que transcurre a lo largo de una sola noche (ese subgénero que nos ha dejado maravillas como Jo, qué noche!, Nick y Nora o Aventuras en la gran ciudad) y hace del humor pícaro y amable y el slapstick su mejor baza.

noche realLa sencillez y absoluta falta de pretensiones de Noche real hacen de ella un pasatiempo ligero y agradable. Jarrold no pretende que su película pase a la historia del cine, sino simplemente ofrecer hora y media de asequible distracción. Y es que lo que al film le falta de enjundia, lo compensa con creces gracias a grandes dosis de elegancia, encanto e ingenuidad, personificadas en sus dos protagonistas: la exquisita Sarah Gadon y la robaescenas Bel Powley. La actriz todoterreno de The Diary of a Young Girl ofrece una interpretación efervescente con la que se lleva la película de calle (el futuro es suyo). Sin embargo, Isabel y Margaret no tardan en separarse, la primera para vivir un enamoramiento fugaz con un militar (Jack Reynor), y la segunda para hacer suyo el dicho “la noche es joven”. A partir de ahí, la trama de Noche real se basa en la misión de reencontrarse, lo que llevará a las hermanas a vivir aventuras por separado en las partes más sórdidas de la ciudad. Pero Noche real no está interesada en el drama, sino que se mantiene luminosa y liviana en todo momento.

Noche real es un cuento clásico sobre la condición humana y el deseo de normalidad de la realeza (El príncipe y el mendigoAladdin), pero no busca lo trascendental, sino que se conforma con ser un romance sin complicaciones y una comedia de enredos inofensiva. Su brevedad y ritmo alegre hacen que, a pesar de ser poca cosa, agrade mucho.

Nota: ★★★