Nuevas series 2016: Parte V

Dejamos octubre atrás y nos acercamos a la primera temporada alta de la televisión norteamericana, lo que llaman el November Sweeps. A estas alturas, la mayoría de estrenos de la temporada otoñal ya han tenido lugar, por lo que, a la espera de la mid-season, podemos hacernos una idea del aspecto que tendrá el resto del año en cuanto a ficción televisiva se refiere. Algunas series de nuevo cuño ya van por su quinta o sexta semana, y muchos empezamos a tachar de nuestros calendarios las que no nos han convencido después de este decisivo periodo. Esta va tomando forma, y la temporada 2016-17 no ha empezado nada mal.

La quinta parte de mi especial sobre pilotos 2016 está formada exclusivamente por comedias, aunque ya sabéis cómo es esto de la división de géneros en la televisión actual. Muchos dramas nos hacen reír a carcajadas, y cada vez hay más comedias que nos hacen llorar y nos joden la cabeza. A continuación os cuento mis primeras impresiones sobre la divertida comedia de HBO Insecure, la co-producción de BBC America Dirk Gently’s Holistic Detective Agency y la nueva trastada de los productores Phil Lord y Christopher Miller (21 Jump Street) para Fox, Son of Zorn. Me quedo con las dos primeras, y la otra, después de ver el quinto episodio, está en la cuerda floja.

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Son of Zorn

Fox sigue comprometida con las comedias gamberras y la animación orientada principalmente a los adultos. Su parrilla, en la que conviven entre otros los Simpson, los Griffin y el “único hombre de la Tierra”, da la bienvenida a una nueva familia de raritos en Son of Zorn, que combina acción real y animación para contarnos la historia de Zorn, un rudo guerrero de la tierra mágica de Zephyria que decide mudarse al barrio residencial de su ex-mujer para involucrarse más en la vida de su hijo adolescente. En su nueva vida, Zorn (un musculoso bárbaro al estilo de He-Man realizado en animación tradicional y con la voz de Jason Sudeikis) debe aprender a adaptarse a la sociedad “civilizada” (vivienda, trabajo, vida social) y reprimir sus instintos sanguinarios y destructores, mientras trata de cultivar una relación positiva con su familia.

Son of Zorn es una propuesta cuanto menos curiosa. Homenaje a las series de animación de los 80 y la fantasía pulp fusionada con la sitcom de familia disfuncional que tanto gusta a las cadenas, pero con ese punto marciano e incómodo de las series de Fox. Phil Lord y Christopher Miller están detrás de esta excentricidad, y se nota, sobre todo por su parecido tonal con su otra comedia para la cadena, The Last Man on Earth. Con la serie de Will Forte tiene en común a un protagonista insoportable que no es consciente de lo difícil que hace las cosas (aunque nadie supera a Phil/Tandy en capacidad para irritar) y un humor más bien crudo. Ese es su mayor problema, su dificultad para conectar con la audiencia debido a que sus personajes no parecen de carne y hueso (pun intended), sino que son, como ocurre en Last Man, caricaturas desagradables, antipáticas y emocionalmente desconectadas.

En definitiva, buena idea, pero mala ejecución (tanto en los guiones como en la integración del personaje animado). Con el paso de las semanas, parece que la serie se asienta un poco y los personajes se van humanizando. Además, la contaminación de Zephyria en la vida suburbana (artefactos mágicos y criaturas mitológicas también “dibujadas”) da para tramas e imágenes simpáticas. Pero sigue habiendo algo que falla. No sé si son los chistes (más bien pobres), las situaciones (ni lo suficientemente estrambóticas, ni lo suficientemente cercanas) o los personajes (ásperos recortes de papel), pero Son of Zorn no cuaja.

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Insecure

Está más que demostrado que la comedia de autor vive una época de esplendor en la televisión. LouieGirls abrieron la veda para que las nuevas (y no tan nuevas) voces de la comedia buscasen un hueco en la ficción serial para verter sus anécdotas, neuras, obsesiones y depresiones varias. Broad CityYou’re the WorstPlease Like Me, Master of None… La comedia millennial y la sitcom de auteur se han ido volviendo cada vez más diversas, las voces femeninas han ganado mucho terreno, y el género alcanza su época de mayor expresión en 2016, con cosas tan buenas como One MississipiBetter ThingsFleabagAtlanta. Sin embargo, hay una nueva comedia que entra en esta categoría y de la que nadie está hablando, Insecure, creada por la humorista Issa Rae, un torbellino de energía, ingenio y talento para hacer reír que ha llegado a HBO para realizar una de las mejores series que no estás viendo.

Insecure se adscribe indudablemente a la corriente de comedia millennial que Lena Dunham ayudó a impulsar desde la misma cadena, y hasta cierto punto tiene bastantes cosas en común con su serie, pero la voz de Issa Rae se suma sobre todo a la de Donald Glover para hablarnos de los mismos temas (la amistad, la familia, las relaciones en la era de las apps, las políticas de la oficina, la sensación de desconexión, la desmotivación de la generación perdida) desde la perspectiva de la comunidad negra y con el rap como principal herramienta de expresión (Issa, la protagonista, mantiene la calma ante las injusticias y decepciones cotidianas y se desahoga rapeando ante el espejo).

Al igual que AtlantaInsecure convierte en comedia los micro-racismos del día a día, los estereotipos y las dificultades añadidas que las personas negras se encuentran navegando las aguas de la vida moderna. Sin embargo, mientras Atlanta es más reflexiva, melancólica y surrealista, Insecure posee una cualidad más luminosa y divertida. Esto se debe a Rae, y a la maravillosa Yvonne Orji, que da vida a su mejor amiga, Molly. Lo mejor de la serie son sus descacharrantes conversaciones (la química traspasa la pantalla), que garantizan las carcajadas en cada episodio. Pero Insecure es una comedia mucho más profunda de lo que parece, un retrato millennial afilado, sutil y reivindicativo que debería convertirse en una de las imprescindibles del momento.

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Dirk Gently’s Holistic Detective Agency

De la mano del solicitado y desigual Max Landis (ChronicleMr. Right) nos llega la nueva rareza protagonizada por Elijah Wood, que se ha especializado en historias sobre personajes peculiares con trasfondo fantástico. Dirk Gently’s Holistic Detective Agency es una co-producción británico-estadounidense basada en la serie de novelas escritas por Douglas Adams (el autor de la popular Guía del autoestopista galático), que llega para hacer las delicias de los fans de la comedia fantástica, concretamente de la British.

Partiendo de un crimen cometido en un hotel, la serie nos presenta a Todd (Wood), botones reservado y con problemas familiares convertido en uno de los sospechosos, y Dirk Gently (Samuel Barnett), un detective paranormal que se especializa en la investigación “holística”, la que sostiene que todo está conectado y nada sucede al azar, sino que forma parte de un esquema de causa-efecto que da forma al universo. Muy a pesar de Todd, que no está interesado en ser un sidekick (o “el Watson” de Dirk, o su companion), este se embarca junto al extravagante detective en una aventura para descifrar la gran trama que se esconde tras el asesinato (en cierto modo, Wood está repitiendo lo que hizo en la recomendable Wilfred).

Dirk Gently, que ya tuvo una adaptación televisiva en BBC hace seis años, es un producto hecho para encantar a los fans de Adams, de la literatura de Terry Pratchet y autores similares, o de Doctor Who (Dirk Gently es básicamente un Señor del Tiempo)El primer episodio supone una carta de presentación impecable, 50 minutos que establecen un tono muy definido (un divertido cruce de comedia fantástica, surrealismo y noir, más oscuro y con más drama de lo que esperaba) y disponen las piezas (un “elegido”, una asesina con machete, viajeros en el tiempo…) de un puzle con muchas ramificaciones, que atrapa enseguida y apunta a una trama interconectada a gran escala. Habrá que seguir para ver si Dirk Gently nos acaba descubriendo el sentido de la vida y el universo, aunque yo con el 42 ya me daba por satisfecho.

(Los 8 episodios de la primera temporada estarán disponibles en Netflix a partir del 11 de diciembre, con el título Dirk Gently Agencia de Investigaciones Holísticas).

Nuevas series 2016: Parte IV

Como sabéis, este mes estoy “testeando” las nuevas series de la parrilla otoñal estadounidense, y le toca el turno a una ronda exclusiva de networks. La competencia que siguen ejerciendo los canales premium unido al auge de las series de plataformas online hace que las cadenas generalistas se estén poniendo el listón más alto en muchos casos. De ahí que en las últimas temporadas hayamos visto cosas como American Crime en ABC, que es una de las mejores series en emisión actualmente (a la altura de lo mejor de HBO o FX). Pero aun así, la mentalidad de las networks sigue siendo la de realizar series para que duren muchas temporadas, procedimentales, casos de la semana, o lo que se les ocurra para justificar el estiramiento siempre que funcione en los índices de audiencia.

Es lo que ocurre con las series que reseño a continuación. Con todas menos una. Sorprendentemente el reboot de El exorcista es la mejor de esta tanda y uno de los mejores estrenos en abierto de la temporada. Las demás, tengan más o menos calidad, han nacido para durar lo que haga falta. Y esto, a priori, a mí ya me echa un poco para atrás, aunque cosas como The Good Wife me hayan demostrado que seguir el esquema de caso por semana semana no tiene por qué estar reñido con hacer una buena serie.

No Tomorrow

La nueva comedia de The CW no es exactamente una serie de caso a la semana, pero es algo parecido. No Tomorrow es la historia de una chica normal y corriente, Evie (Tori Anderson), que vive una vida normal y corriente, con un trabajo aburrido, sin riesgos ni sobresaltos, hasta que un día conoce a Xavier (Joshua Sasse), un espíritu libre que la anima a dejar su cuadriculada existencia y perseguir sus sueños (“No hagas lo que debes, haz lo que quieres”). ¿La razón? Que según él, el mundo se acaba dentro de ocho meses. Lógicamente, Evie cree que Xavier es un lunático, pero pasar tiempo con él le hace darse cuenta de que, efectivamente, está desperdiciando su vida haciendo lo que se espera de ella, y no lo que le hace feliz. Por eso decide seguir el ejemplo de Xavier y elabora una lista de deseos que cumplir antes del Apocalipsis, items que servirán de punto de partida para cada episodio. Sí. como Me llamo Earl pero en plan romántico/pseudo-fantástico.

Sin ser nada del otro mundo, el piloto de No Tomorrow se deja ver. Se trata de una comedia romántica que destila optimismo y ese aire awkward que le hace formar muy buen equipo con las otras dos comedias estrella de CW, Jane the VirginCrazy Ex Girlfriend (también recuerda a Las chicas Gilmore por su banda sonora, por cierto). La serie le da una vuelta de tuerca al hastiado tema del Apocalipsis (algo en la línea de lo que hizo recientemente You, Me and the Apocalypse sin repercusión alguna), al sempiterno triángulo amoroso, y al aun más manoseado carpe diem, y lo hace sin innovar demasiado pero con bastante encanto, humor excéntrico y el toque justo de estupidez. No creo que estemos ante la revelación de la temporada (ni se acerca al ingenio e inteligencia de Crazy Ex Girlfriend), pero a juzgar por el piloto, No Tomorrow puede ser un caramelito dulce y efímero, una válvula de escape libre de cinismo para románticos e idealistas. El hecho de que no sepamos si Xavier es un loco, si está enfermo realmente (como Evie especula) o si el Apocalipsis se acerca de verdad es un buen gancho para seguir viéndola.

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The Exorcist

Sorpresa. El reboot de El exorcista es mucho mejor de lo que esperábamos. De hecho es bastante bueno. En lugar de rehacer directamente el terrorífico clásico de William Friedkin, la serie de Fox ha sido concebida como una continuación, tanto en espíritu como narrativamente. Los hechos de la serie tienen lugar en el presente, pero esta conecta directamente con lo narrado en la película de 1973, a través de un pequeño guiño que puede pasar desapercibido: una noticia en la hemeroteca que menciona la muerte del Padre Karras. La historia se repite con una posesión en el seno de una familia de Chicago, los Rance. La matriarca, interpretada por Geena Davis, contacta con el padre Tomás Ortega (Alfonso Herrera) para que les ayude a enfrentarse al mal que se aloja en su hogar, lo que lleva al joven religioso a descubrir un vínculo personal con un exorcista retirado.

El piloto de The Exorcist es una muestra de cómo empezar bien una serie y de cómo hacer un reboot. El episodio recoge la esencia de la película, y reproduce su desconcertante y tensa atmósfera para inquietarnos y engancharnos sin mostrarnos demasiado antes de tiempo. Pero lo hace sin ser un calco, adoptando su propia identidad. La historia está contada con buen pulso, las interpretaciones son muy sólidas (Davis y Herrera prometen), el episodio es técnica y visualmente sobresaliente (fotografía y efectos muy por encima de la media), la música estupenda (sí, la pieza central de la película suena, y lo hace en el mejor momento), y además, da miedo, pero de verdad, algo que no suele ocurrir en las series de network (la impactante escena del exorcismo en México y sobre todo la visita al desván de Tomás son para aplaudir… para hacérselo encima y luego aplaudir). Es decir, The Exorcist es todo lo que Outcast debía ser y no es.

Entiendo que estemos hartos de que todos los días se anuncie un nuevo remake para el cine o la televisión, pero si algo nos ha enseñado Fargo y ahora esta (salvando las distancias), es que el problema no tiene por qué ser la falta de ideas, sino no saber cómo llevarlas a cabo con éxitoThe Exorcist es un ejemplo de que se puede hacer algo bueno a partir de una idea no original.

Timeless

Vamos a quitarnos de en medio el “elefante en la habitación”, la demanda por supuesto plagio de El Ministerio del TiempoTimeless, la nueva serie fantástica de NBC. Visto el piloto podemos afirmar que las coincidencias entre una y otra son mucho más que coincidencias. La cosa huele bastante a chamusquina, pero NBC/Universal no sacarían el proyecto adelante si no estuvieran bien amarrados legalmente. Timeless es lo suficientemente parecida a la española como para que nos demos cuenta y nos indignemos, pero también lo suficientemente distinta como para que no haya caso legal contra ella.

Dejando esto a un lado (si es que podemos), procedamos a valorar el piloto de Timeless por sí mismo (si es que es posible). El primer capítulo de la serie va directo al grano para mostrarnos lo que nos vamos a encontrar en ella durante el resto de la temporada. Las presentaciones de personajes y las explicaciones científicas alrededor de la máquina del tiempo ocupan el menor tiempo posible (literalmente, se sacuden con un “es demasiado complicado”) y la historia pasa rápidamente a la acción. Tres arquetipos andantes, diez segundos de teoría, y palante. O mejor dicho, patrás. De repente estamos en el pasado intentando detener el accidente del Hindenburg y pasándolo mejor de lo que esperábamos (y/o queríamos). Eric Kripke (Supernatural) y Shawn Ryan (The Shield) han elaborado un producto muy entretenido y eficaz, un buen cóctel de acción, drama y comedia con personajes con química y atractivos giros argumentales. La serie tiene cuerda para rato, y sus cimientos son lo suficientemente sólidos para que aguante. Ya veremos si lo hace.

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Conviction

Y terminamos con la que es sin duda la peor serie de esta tanda, y probablemente una de las peores que se han estrenado esta temporadaConviction. Tras la cancelación de Agent Carter, la efervescente Hayley Atwell encabeza esta serie procedimental de ABC que parece hecha con plantilla. Enésimo drama legal con protagonista carismática y poco ortodoxa que lidera un equipo de investigadores que se enfrentarán cada semana a un caso criminal, construido y solucionado siguiendo el Manual del buen procedimental (presentación de los hechos, investigación con callejones sin salida, falsos acusados y epifanía a cinco minutos del final que lo soluciona todo). Hayes Morrison (Atwell), abogada brillante e hija de un ex presidente de los Estados Unidos, se ve forzada a aceptar un trabajo en la “Conviction Integrity Unit” para evitar la cárcel por posesión de cocaína. Allí investigará casos en los que se sospecha que los acusados podrían haber sido condenados injusta o erróneamente (una premisa muy parecida a la de El guardián y con mucho en común con House).

El piloto de Conviction quiere encajar demasiadas cosas en cuarenta minutos, y resulta terriblemente forzado y confuso. Hay tantas cosas mal hechas en este capítulo que es mejor enumerarlas: 1. Sus diálogos van de ingeniosos o audaces pero son embarullados y no hay quien siga el hilo (más rápido no es sinónimo de más interesante o divertido). 2. Atwell tiene mucho talento, pero da pena ver cómo se malgasta en una serie así. Su personaje es un cliché con patas, la explotación de su cuerpo es increíble (sí, lo hemos pillado, tiene las tetas grandes), y su acento americano deja mucho que desear (una de las muchas cosas que conectan a Hayes con el Doctor House, cuya serie comparte productora con esta, Liz Friedman). 3. La química de los personajes es enormemente artificial, tanto del equipo como de la protagonista con su futuro interés amoroso, Eddie Cahill. Ya podían esperar a que el público los conozca y estos congenien de verdad (el piloto quiere adelantar el trabajo de una temporada y llegar directamente al momento en el que la dinámica grupal está asentada con la audiencia). 4. El caso de presentación no podía ser más aburrido, menos interesante y acumular más tópicos. 5. La música es de banco de sonido de ABC, tan clónica como el resto de elementos de la serie. 6. Por si la historia no estuviera lo suficientemente mal contada, el desastroso montaje del episodio la empeora aun más.

La serie nos presenta a una protagonista supuestamente compleja y a un grupo numeroso de personajes con secretos como para estirar tantas temporadas como Bones Castle (con las que se puede arrojar en el saco), pero ni yo me voy a quedar para presenciarlo, ni creo que la serie llegue muy lejos con la audiencia que está teniendo (la que se merece, vaya).