¡Concurso! Consigue la 4ª temporada de HOMELAND

 Este concurso ya ha finalizado. Atentos a fuertecito no ve la tele para futuros concursos.

Homeland S4

Ya está a la venta en España la cuarta temporada de Homeland, editada en Blu-ray y DVD de la mano de 20th Century Fox Home Entertainment.

La aclamada cuarta temporada sitúa la acción tras el trágico final de la misión de Nicholas Brody (Damian Lewis) en Irán y con Carrie Mathison (Claire Danes) estrenando maternidad y nuevo destino dentro de la CIA: Islamabad. Por su parte, Saul Berenson (Mandy Patinkin) empieza a trabajar en una agencia de seguridad privada tras abandonar la agencia de inteligencia.

Después de una absorbente trama que abarcó las tres primeras temporadas, Homeland hace “reset” en su cuarto año, con una tanda de episodios que prolongan la vida de la serie considerablemente y renuevan el entusiasmo de sus seguidores. La cuarta temporada de Homeland es considerada una de las mejores de la serie, tanto por el público como por la crítica, y contiene algunos de los episodios más intensos y memorables de toda la serie. Una tendencia que continúa al comienzo de la quinta temporada, recién estrenada en televisión.

Para celebrar este lanzamiento Fox Home nos envía un pack gratis de la segunda temporada en DVD para sortear entre los lectores de fuertecito no ve la tele.

Si queréis participar, lo único que tenéis que hacer es responder a la siguiente pregunta:

¿QUÉ ES LO QUE MÁS OS GUSTA DE HOMELAND?

Podéis participar de dos maneras:

1. Respondiendo a la pregunta en esta entrada
2. Respondiendo en ESTA FOTO de la página de Facebook
 de fuertecito no ve la tele

Si contestáis en ambos sitios tenéis participación doble (podéis repetir respuesta).

 

Bases

Homeland T4 DVD– De entre todos los participantes elegiremos a un ganador (via Sortea2) que se llevará totalmente gratis 1 pack de Homeland – Cuarta Temporada en formato DVD. El ganador lo recibirá en su casa sin ningún gasto por su parte.

– El participante debe incluir su correo electrónico en el formulario de respuesta del blog (no aparecerá público) y se recomienda firmar con nombre y apellido (los pseudónimos son válidos). En Facebook no es necesario.

– Sólo contará una participación por dirección IP, las respuestas desde la misma IP con distinto nombre serán marcadas como spam. En Facebook solo se podrá participar una vez por cuenta personal.

– El plazo para participar en el concurso finaliza el viernes 16 de octubre de 2015 a las 23:59 (hora peninsular española). El ganador será anunciado a partir del día siguiente en la página de Facebook de fuertecito no ve la tele.

– Concurso válido sólo para España (península e islas).

– fuertecito no ve la tele se reserva el derecho de modificar o anular el concurso si fuera necesario.

¡Mucha suerte!

 

Clásicos para ver en Navidad (y siempre): La princesa prometida

Princess Bride

La Navidad es época de hacer balance, de mirar hacia atrás antes de mirar hacia el año que entra. Estas fiestas están indefectiblemente vinculadas a nuestra infancia, son tiempos de nostalgia, en los que no solo nos reunimos con personas a las que hace tiempo que no vemos, sino también con los personajes y las historias que formaron parte de nuestros años más tempranos. Por eso las televisiones suelen pasar clásicos animados de Disney a todas horas (los niños estamos de vacaciones y nos tienen que entretener), además de films de los 80 como Dentro del LaberintoLos GooniesLos Gremlins (que además tiene trasfondo navideño), o la que hoy nos ocupa, La princesa prometida (The Princess Bride).

Basada en el popular libro de William Goldman, The Princess Bride cumple la promesa con la que comienza: lo tiene todo. Puede que, al igual que al Abuelo Colombo (Peter Falk), nos cueste un poco convencer a las nuevas generaciones de que esta aseveración es cierta, pero si conseguimos que inicien con nosotros la odisea romántica de Westley y Buttercup, el trabajo ya estará hecho. Es justamente lo que me ha pasado a mí estas fiestas con mi prima de 12 años. La niña solo ve películas de terror. Lo último que vio en el cine fue Ouija, y a pesar de mi advertencia de que era “demasiado para ti”, se zampó el reboot de Posesión infernal y dijo que no era para tanto (la madre que la trajo). Cuando le mostré el Blu-ray* de La princesa prometida y le anuncié que la íbamos a ver, dejó escapar un soplido y refunfuñó: “Esto tiene pinta de ser un rollo”. Perdí la fe durante un momento, pero enseguida me di cuenta de que era la oportunidad perfecta para poner en práctica las técnicas del Abuelo (empiezo a sentirme realmente viejo). Abrí el libro (di al Play), le leí 10 páginas (transcurrieron 4 escenas) y la niña estaba enganchada.

PM trío

Pero lo que convierte este cuento de hadas (sin hadas ni apenas elementos mágicos) en un clásico imperecedero no es solo el hecho de que lo tenga todo (romance épico, espadachines, misterio, humor, piratas, acertijos, honor del de verdad, ratas gigantes), sino cómo está contado. Algunos de los elementos de la película de Rob Reiner ya no funcionan por sí solos como reclamo para los más pequeños, pero Goldman logra hacerlos atractivos gracias a una escritura muy ingeniosa, elegante y divertida para deleite de todas las generaciones, con un guión que sacaba partido de lo meta mucho antes de que estuviera de moda. La princesa prometida es una de las historias de amor más grandes jamás contadas en el cine, pero también es una de las aventuras más emocionantes de su década, y sobre todo, una brillante comedia que no ha perdido ni un ápice de su gracia. Yo siempre digo que cualquiera que se disponga a escribir un guión de comedia, debe asegurarse antes de haberse aprendido de memoria la última media hora de La princesa prometida

No es por nada que La princesa prometida siempre haya estado incluida en el Top 250 de las mejores películas de IMDb, mientras otros films de características similares conservan el cariño del público, pero carecen del reconocimiento de la de Reiner. Y es que la película funciona a todos niveles: tiene personajes carismáticos (Cary Elwes y Mandy Patinkin irresistibles), una princesa de belleza frágil y conmovedora (Robin Wright), besos de amor verdadero, diálogos para enmarcar (siempre al servicio de la acción), duelos inolvidables, un slapstick exquisito y un sinfín de gags para el recuerdo (el primer enfrentamiento de Íñigo Montoya y el Pirata Roberts en el acantilado, Buttercup lanzándose colina abajo, Westley con el cuerpo dormido, el cura de voz horrificiosa), todo envuelto en cierto aire a lo Monty Python y coronado por la melancólica banda sonora de Mark Knopfler. Y lo más importante, como ya hiciera La historia interminable, y más adelante la fallida El guardián de las palabrasLa princesa prometida nos deja un mensaje muy claro y bien argumentado, pero en ningún momento nos sermonea con él: leer mola, niños.

Por último, estamos probablemente ante una de las películas más citables de la historia del cine. Es decir, que dos de cada tres frases de La princesa prometida son quotes para bordarse en un cojín. Por eso he decidido terminar este texto seleccionando algunas de las mejores citas de la película. Os dejo con ellas mientras yo voy a prepararle a mi prima -que como imagináis, acabó más metida en la historia que el propio Fred Savage– un pack para iniciados con Willow, El mago de Oz, Laberinto… Y vamos a colarle también un libro entre las películas, a ver qué pasa.

 

La princesa prometida BD“Hola, me llamo Íñigo Montoya, tú mataste a mi padre, prepárate para morir”

“El amor verdadero es lo más grande del mundo. A excepción de los bocadillos de cordero, lechuga y tomate, cuando el tomate está maduro y el cordero está en su punto”

“Aquel día fue en el que descubrió con asombro que cuando él decía ‘como desees’, en realidad significaba ‘te amo'”

Íñigo Montoya: “Parecéis un hombre decente, lamentaré mataros”
Pirata Robers: “Vos también lo parecéis, lamentaré morir”

Westley: ¿Por qué no me esperaste?
Buttercup: Porque habías muerto.
Westley: La muerte no detiene al amor, lo único que puede hacer es demorarlo.

“¡Inconcebible!”

“Sigues usando esa palabra, y no creo que signifique lo que tú crees que significa”

“La vida es dolor, alteza. Quienquiera que diga lo contrario intenta engañaros”

“Somos hombres de acción. Mentir no sería propio de nosotros”

“Como desees”

 

*La princesa prometida ya está disponible en España en Blu-ray remasterizado por 20th Century Fox Home Entertainment.

Crítica: Ojalá estuviera aquí

WISH I WAS HERE

Zach Braff, conocido por dar vida al doctor John Dorian, aka J.D., en la comedia televisiva Scrubs, saltó a la dirección cinematográfica en 2004 con Algo en común (Graden State), una peliculita que, sin hacer demasiado ruido, y contando con la por aquel entonces estrella emergente Natalie Portman, se ganó cierta reputación como cinta de culto. Exactamente diez años más tarde, Braff firma su segunda película para el cine, Ojalá estuviera aquí (Wish I Was Here), para la que ha contado con el mecenazgo de sus muchos fans en Internet a través de la web de crowfunding Kickstarter. Esta especie de continuación en espíritu de Garden State llega pues en una época de transformación para el cine, como refleja la historia de su producción. Sin embargo, ese es el único indicio de que Ojalá estuviera aquí es una película de su tiempo. Braff se apunta al modo de hacer cine de 2014 para hacer una cinta estancada en 2004.

Aidan Bloom (Braff) es un hombre de 35 años, eterno aspirante actor y casado con dos hijos, que se resiste a abandonar el sueño de Hollywood mientras su mujer, Sarah (Kate Hudson), trabaja para sustentar a la familia. Bloom vive la mayor parte de los días con un pie en el mundo real y otro en su fértil mundo imaginario, donde sigue convirtiéndose en el guerrero espacial que creó cuando era pequeño. Su imaginación le ayuda a sobrellevar el paso de los días y a enfrentarse a sus verdaderos problemas, pero nunca con el mismo resultado que en sus ensoñaciones. Cuando Aidan se entera de que su padre (Mandy Patinkin) se está muriendo, él y su hermano Noah (el omnipresente Josh Gad) deciden salir del estancamiento de sus vidas para empezar a vivirlas de verdad. Cada uno a su manera. Aidan se centra en la educación de sus hijos, a los que lleva en un road trip de aprendizaje y (auto)conocimiento, mientras Noah saca todo su potencial creativo para diseñar el mejor cosplay de la Comic-Con de San Diego.

cartel ojalá esutviera aquíOjalá estuviera aquí es un asunto de familia. La película está escrita entre hermanos (Zach y Adam Braff), y durante la mayor parte del metraje se apoya en la satisfacción de ver una cara conocida, desde Jim Parsons a Donald Faison, amigo y hermano de Braff desde Scrubs, que tenía un asiento reservado en esta reunión familiar desde el principio. Por eso, el film de Braff es algo así como un regalo a sus seguidores, una oda a la amistad profesional, y un guiño continuo, salpicado de calidez y espíritu geek. Pero Ojalá estuviera aquí también es una historia que aspira a algo más grande. Brach se atreve a reflexionar sobre la paternidad, la religión (su relación con el judaísmo proporciona los momentos más simpáticos), la adolescencia, llegando incluso a cuestionarse el sentido de la vida. Las respuestas, por muy ciertas que sean, se presentan como una sarta de topicazos, lecciones vitales de tres al cuarto, y lemas de póster motivacional. Entre pasajes oníricos, “inspiradores” montajes musicales y diálogos sobre dejar de ser Peter Pan, Ojalá estuviera aquí nos bombardea con leitmotivs varios. Los de siempre. Ya sabéis, carpe diem, no dejes nunca de perseguir tu sueño, hay que decir “te quiero” mientras se puede, nunca es tarde si la dicha es buena, la vida es lo que te pasa mientras haces planes (“Life is happening all around you”), y así hasta el infinito y más allá.

Aunque Ojalá estuviera aquí es un trabajo realizado con amor, y esto es algo que salta a la vista (tanto en el tratamiento de la historia como en el cuidado e iconoclasta apartado estético), el resultado es una obra tan bienintencionada como terriblemente convencional y falta de originalidad. Perdonamos a Braff por este manual de autoayuda porque al menos su película nos regala un puñado de buenas interpretaciones: empezando por él, muy acertado y contenido ¿interpretándose a sí mismo?, siguiendo por Kate Hudson, que nos desvela que en realidad es una muy buena actriz que escoge mal sus proyectos, sin olvidar al sublime Mandy Patinkin, y destacando sobre todo a la pequeña Joey King, una gran fuerza vital con un brillante futuro por delante.

Valoración: ★★