Pilotos 2015-16: Quantico

Quantico Run

Ya está. No busquéis más. Ya tenemos nueva adicción televisiva para el otoño-invierno, nuevo mejor guilty pleasure si lo preferís. Quantico, una serie que es tan TAN Shondaland que se os quedará el culo torcido cuando os enteréis de que no forma parte del #TGIT ni está creada por la todopoderosa Shonda Rhimes. Claro que la confusión es más que normal. Quantico es uno de esos dramas marca ABC con dosis elevadas de soap opera y comedia picarona, un tipo de serie que por supuesto Rhimes ha contribuido a definir (Mujeres desesperadas mediante). Lo tiene todo: gente guapa, reparto multiétnico, personajes con millones de secretos, transgresión, feminismo, y banda sonora a base de temas de radiofórmula pop con sensibilidad indie (no importa si se trata de una escena que nos muestra el mayor atentado en Estados Unidos desde el 11-S, un alegre temazo pop nunca está de más; esa ABC siempre intentando ser moderna a toda costa).

Quantico es por encima de todo una serie sexy y atractiva. Lo más importante es que sus bellos y jóvenes protagonistas, un grupo de novatos de la academia de formación del FBI en Quantico (Virginia), van vestidos siempre como Dexter Morgan (menos cuando van semi-desnudos o en ropa interior mormona). El uniforme de la academia es unisex, muy pertinentemente, y está pensado para acentuar bustos y perfilar musculaturas varias (el número de botones desabrochados te dirá quién es cada uno), invitando a ver la serie un poco con la entrepierna, que tampoco está de más. Y luego, ya de manera secundaria, tenemos su historia. Una que nos recuerda inevitablemente al inicio de Anatomía de Grey (hace ya más de una década) y que es demasiado loca y divertida como para resistirse. La premisa de Quantico es exactamente igual a la de Grey’sHTGAWM, un ecléctico grupo de estudiantes perfectamente maquillados luchan en un competitivo entorno académico para ser el primero de la clase. Y el resto de ingredientes son los que cabe esperar de una serie así: todos guardan algún secreto, los profesores y superiores tampoco son lo que parecen (más secretos), y las alianzas y enemistades no tardan en formarse. Solo que aquí tenemos un telón de fondo mucho más osado (para tratarse de una serie en abierto): el terrorismo islámico.

Como decía, el piloto de Quantico, titulado “Run“, comienza como el de Grey’s, con la protagonista (Priyanka Chopra, muñeca viviente) acostándose con un rollo de una noche (o de una mañana) para luego descubrir que este también es uno de los nuevos reclutas de la academia del FBI, con el que estará forzada a convivir (un detalle inteligente en este sentido es que ella diga delante de todos y desde el principio que se ha acostado con él, en lugar de ocultarlo o hacer de ello un drama meredithiano). Y continúa como el de HTGAWM, dividiendo la acción en dos tiempos que nos muestran por un lado el primer día de clase y por otro el atentado terrorista a la estación Grand Central de Nueva York seis meses más tarde, y el inicio de la investigación para descubrir cuál de los novatos está detrás de él. Porque Quantico también tiene ese regusto a reality, a juego en el que el espectador debe intentar averiguar quién seguirá en el FBI, quién se quedará fuera, y por supuesto, quién es el topo (la presencia de una de las protagonistas de UnREAL, Johanna Brady, potencia esta sensación). Y para que entremos en este juego desde el principio, el piloto nos desborda con una cantidad ingente de información y character background que se antoja excesiva para una primera hora (pilotitis total) pero que resulta indudablemente jugosa y sorprendente, además de servir para llevar a cabo una sólida caracterización de personajes tipo ya desde el comienzo.

Quantico Brian J Smith

Las primeras revelaciones (la del gay, Simon, o los dos rubios niños bien, Shelby y Caleb) no son nada comparadas con lo que nos espera en los últimos 10 minutos del episodio, un no parar de WTFs (se lleva la palma el rocambolesco giro que tiene que ver con la recluta musulmana, Nimah, con el que clamé mi primer “¿Pero qué invento es esto?”, pero la escena más impactante la protagoniza nuestro Brian J. Smith de Sense8). El clímax de “Run” nos deja con la sensación de que se han jugado demasiadas cartas en el primer capítulo, pero si lo pensamos, se han planteado tantos misterios y se han abierto tantas tramas de personajes, que esto tiene cuerda para rato. Y no esperamos otra cosa. Con su estreno, Quantico nos promete diversión culebronesca y giros argumentales para marear, y aunque caiga en el error de los productos que imita al tomarse demasiado en serio (con un tema como el que trata no puede permitirse otra cosa), se presta al visionado “ligero”, al igual que otras series pasadas de rosca como Empire o (salvando mucho las distancias) UnREAL. Lo dicho, ya tenemos nueva cita semanal obligada (mejor en grupo) con el novelón de la temporada. ¿Os apuntáis?

Por qué he visto el piloto: No pensaba hacerlo, pero visto el revuelo que ha causado en Twitter, me he visto obligado a verlo. Y me alegro de haberlo hecho.

Recuerda aAnatomía de Grey, How to Get Away With Murder y cualquier cosa que salga de la mente de Shonda Rhimes, fusionado con Homeland y 24, (su lado “serio” y “adulto” quiere que la veamos como un thriller tipo juego del gato y el ratón), Chicago Fire (por el reparto de jóvenes sacados de un catálogo de ropa interior), The Blacklist, varios reality showsUnREAL.

Nota del piloto: 6,5 (todavía no nos vamos a volver locos del todo, aunque podríamos).

VeredictoQuantico es un batiburrillo de ideas que hemos visto en muchas otras series, pero sabe cómo optimizar sus virtudes y no se anda con rodeos. Va directa a entretener, seduce con sus personajes (en más de un sentido) y busca reclutar adictos que estén dispuestos a entregarse a su irresistible propuesta. Conmigo lo ha conseguido.