Personajes Whedon: Cordelia Chase (II)

Cordelia II

I’d just like to say thank you. You believed in me when no one else would. Even in my darkest hours, you were there for me, and that means more to me than you’ll ever know. I guess what I’m really trying to say is, “I love you”. To all my fans, this is for you! (“Birthday”, 3.11)

¿Quién es Cordelia Chase? Esta pregunta tiene fácil respuesta (que no por ello breve) si nos referimos a la Cordelia que conocimos en Buffy, cazavampiros. Sin embargo, su paso por Angel nos complica la tarea considerablemente. Si bien Cordelia mantiene en Angel los rasgos más identificables que la convirtieron en uno de los personajes más carismáticos de Buffy (su descaro, su dudoso cociente intelectual o su intermitente superficialidad, por nombrar unos cuantos), es justo referirnos a la de Cordelia como una de las evoluciones de personaje más extensas, intrincadas, y quizás por todo ello, irregulares del Whedonverso.

La Cordelia de Los Ángeles es sin duda el mismo personaje que la popular animadora de Sunnydale, y al mismo tiempo es otro completamente distinto. Esto se debe a varios factores. Su desarrollo como personaje en Buffy, a pesar de ser coherente y satisfactorio, no deja de ser el propio de un personaje comparsa. Si lo pensamos, Cordelia, a pesar de figurar en los créditos iniciales como “star” desde el piloto de Buffy, siempre obtuvo un tratamiento narrativo más cercano al de personaje secundario que es utilizado generalmente como alivio cómico. Sin embargo, la fuerte personalidad de Cordelia, y su tumultuosa odisea personal, la convertían en un ente narrativo sólido y para muchos, un personaje whedon inolvidable.

I’m from Sunnydale. We had our own Hellmouth. I think I know a vampire when… I’m… alone with him… in his… fortress-like home (“City of…”, 1.01)

El escaso tiempo de pantalla para Cordelia en Buffy –sobre todo al principio- es quizás una de las razones por las que el personaje obtuvo un desarrollo más redondo en la serie madre que en su spin-off. El caso de Cordelia es análogo al del propio Angel, personaje que pasa de segundo a primer plano y obliga a los guionistas a dotarlo de un mayor número de dimensiones, de aristas. Manejar y desarrollar a estos personajes puede ser una tarea dificultosa (siempre fluctuando entre lo que fueron y lo que deberían ser a partir de ahora), y de no hacerlo bien obliga al espectador a valorar si el personaje realmente tenía potencial para llevar el peso de una historia principal.

Cordy Angel

Por lo tanto, esta actualización del personaje lleva consigo un tratamiento necesariamente más profundo. En primer lugar, Cordelia se encuentra en un nuevo hábitat, más hostil de lo que ella esperaba, y debe aprender a desenvolverse con otros recursos. Mientras en Sunnydale era la reina, en Los Ángeles es tan solo un alma más a la deriva en la gran ciudad. El inicio oficial del viaje de Cordelia hacia la madurez puede identificarse en el episodio “Rm w/a Vu” (1.05), el primero centrado en su personaje. En él, Cordelia comienza la búsqueda de un nuevo apartamento, a la vez que nos da a conocer una búsqueda mucho más profunda, en la forma de su propia redención. Cordelia cree que su fracaso como actriz en Hollywood y su insatisfactoria vida en Los Ángeles es un castigo por su comportamiento en el instituto. Tras luchar contra sus fantasmas –y los que tienen las llaves de la que quiere que sea su nueva residencia a toda costa-, y gracias al apoyo de Angel, que le ayuda a reafirmar su identidad (“You’re Cordelia Chase”), alcanza su primera epifanía en la serie. Con cuatro sencillas palabras, “The bitch is back!” Cordelia nos recuerda con quién estamos tratando. Paradójicamente, el personaje dejará de ser la queen bitch que todos conocíamos para convertirse con el tiempo en un apoyo incondicional, un ejemplo de sensatez y un paradigma de sacrificio. En Cordelia, la auto consciencia es el primer paso hacia el cambio.

Sin embargo, el protagonismo de Cordelia en Angel es relativo, al menos durante la primera temporada de la serie –y concretamente durante los primeros nueve episodios. En este sentido, Joss Whedon y David Greenwalt no sitúan a Cordy bajo los focos de manera abrupta, sino que continúan tratándola como un personaje secundario en algunos aspectos: su tiempo en pantalla sigue siendo reducido en comparación con el absoluto protagonista de la serie, Angel, y su papel durante los primeros episodios se ve limitado al de compañera –más bien inútil- de oficina y ocasional dama en apuros –algunos de sus rasgos más identificables siguen ahí, pero, como decíamos antes, existe voluntad de cambio. Al comienzo, el personaje no es más que un reclamo para atraer a la audiencia más fiel de Buffy a ver Angel, que durante sus primeras temporadas adolecerá de una profunda dependencia de su serie madre –además de Cordelia, Wesley Wyndam-Pryce formará parte del equipo de Angel, y esto, junto a los abundantes crossovers entre ambas series durante los primeros años hará que Sunnydale parezca más cerca de Los Ángeles que en las tres últimas temporadas del spin-off.

Cordelia Angel Investigations

No es hasta el episodio 1.10 (“Parting Gifts”) cuando Cordelia se convierte en un miembro verdaderamente activo de Angel Investigations –habiendo asumido anteriormente el fracaso de su sueño hollywoodiense y su papel en la lucha contra el mal- gracias a los poderes que Doyle le deja en herencia, muy a su pesar. The Powers That Be escogen a Cordelia como portadora de las visiones premonitorias del demonio, con el propósito de ayudar a Angel en su camino a la redención. A su vez, el propio Joss, junto con su delegado Greenwalt –los Powers That Be en Mutant Enemy, claro-, hacen lo propio con el personaje, confiar en su potencial de desarrollo para las próximas temporadas, y por lo tanto, otorgarle mayor protagonismo. Se trata del comienzo de la verdadera evolución de Cordelia en Angel, que pasará por distintas etapas, cada cual más extrema: princesa de otra dimensión, medio demonio, ser superior, madre del mal, y por último, ángel de la guarda.

I didn’t ask for this responsibility, unlike some people who shall remain lifeless (“Parting Gifts”, 1.10)

Durante la primera temporada de la serie, Cordelia se mueve entre la fragilidad provocada por su fracaso en la gran ciudad, el dolor que le causa su nueva condición física y la fuerza innata de su carácter. El bagaje que el personaje trae de la Boca del Infierno marca fuertemente su personalidad en la ciudad. Sin embargo, Cordelia, lejos de dejarse amedrentar por su pasado, usará sus experiencias más traumáticas en Sunnydale como escudo y manual de supervivencia. Es otro signo más del imperante girl power que todas los féminas whedonianas exponen en mayor o menor medida. El cambio más significativo con respecto a la Cordelia de Sunnydale es motivado por sus primeras experiencias como sidekick de Angel y, principalmente, por su relación con Doyle. Tras años convencida de que su lugar en el mundo es la alfombra roja –idea que sin embargo no abandona, al menos hasta la tercera temporada-, Cordelia acaba asumiendo una realidad: lo quiera o no, pertenece al equipo de los bienhechores. Por lo tanto, su lugar está en la sombra, junto a los héroes que salvan el mundo sin salir en la televisión. Este será el sacrificio que convertirá a Cordelia en un personaje moralmente superior, y que definirá su trayectoria en la serie. Tomando conciencia de su papel en la lucha contra el mal –con determinación, a pesar de las continuas quejas por los gages del oficio-, Cordelia comienza a lograr la atención que tanto deseaba antes de mudarse a Los Ángeles. Solo que no viene de quien ella esperaba.

Las visiones de Doyle no solo sirven como punto de partida hacia la madurez de Cordelia, sino que también –y sobre todo- son el motor de prácticamente todas las tramas episódicas de la serie. Antes de que esto se convierta en un lastre para el personaje, Cordelia protagoniza varias tramas al margen de sus poderes, desmarcándose así de su habitual papel de apoyo al protagonista y de secundaria en las tramas principales. Todo cambia con el arco especial de tres episodios que deja en suspenso la historia principal de la segunda temporada (Darla tendrá que esperar). Cordelia pasa a primer plano, y lo hace por todo lo alto, como princesa de la dimensión natal del demonio Lorne, Pylea, donde, entre otras cosas, goza de sus tan ansiados quince minutos de gloria (“In quite a hurry to get back to the “Cordelia is not a Princess” dimension, aren’t ya?”), conoce a uno de los hombres de su vida –el leal Groosalug– y se acerca a su segunda experiencia como útero demoníaco.

Cordelia fights

La relación entre Angel y Cordelia se afianza en la tercera temporada, en primer lugar como consecuencia de la segunda muerte de la cazavampiros –Cordelia siempre será el principal hombro sobre el que llorar para el vampiro-, y más tarde sirviendo de apoyo indispensable en la breve experiencia de Angel como padre, y de nuevo, como consuelo tras la prematura pérdida de su hijo. Durante este tiempo, Cordelia irá convirtiéndose progresivamente en un personaje con ciertos tonos paternalistas y cuyo papel será principalmente el de apoyo moral y voz de la razón. Sin embargo, al mismo tiempo ocupará un puesto cada vez más físico en las misiones de Angel Investigations, convirtiéndose, gracias al entrenamiento de Angel, en otra chica whedoniana que aprende a dar sus propios puñetazos en lugar de esconderse detrás del héroe mientras este la salva.

Cordelia: I’m wearing pants.
Billy Blim: So you can dress like a man? Talk like a man? Does that make you feel superior?
Cordelia: Actually, I’m feeling superior because I have an arrow pointed at your jugular. And the irony of using a phallic-shaped weapon… not lost on me. (“Billy”, 3.06)

Antes de ser ascendida, literalmente, por los Powers That Be, para ocupar un puesto hecho a su medida como ente divino en un plano superior, Cordelia atraviesa su etapa más dura como empleada de las causas justas. A medida que sus visiones son cada vez más reales, las secuelas de las mismas se vuelven más permanentes, hasta dejarla en un estado de coma/proyección astral en el episodio que supone con toda seguridad el mayor punto de inflexión para el personaje, “Birthday” (3.11). Este capítulo compendia excelentemente el viaje de Cordelia hasta el momento, de egocéntrica y superficial estrella en ciernes a figura materna y abnegada heroína. El jocoso demonio Skip hace las veces de fantasma del pasado, presente y futuro en el propio Cuento de Navidad de Cordelia –solo que no es Navidad, sino su cumpleaños- y le ofrece quedarse en una realidad alternativa en la que disfruta de su tan anhelado éxito –en esta realidad Cordy es protagonista de una exitosa sitcom- a cambio de olvidar su vida junto a Angel. Como es de esperar, Cordelia no acepta el trato, puesto que de hacerlo, ya no estaría cumpliendo su sueño, sino dando la espalda a la que reconoce como su verdadera vocación: luchar contra el mal.

Tras ser consciente de la importancia de su contribución a la empresa de Angel –que sin ella, y tras la muerte de Doyle, devoluciona en un ser salvaje y demente- y comprobar que estaba predestinada a recibir los poderes de Doyle, Cordelia regresa convertida en su mejor versión posible. A su vez, “Birthday” nos muestra que quizás la relación entre Angel y Cordelia pueda estar definida por el amor romántico –algo que se adelantaba, aunque fuera a través de un encantamiento, en el episodio “Waiting in the Wings”, 3.13. El final de la temporada confirma esta idea, y nos muestra a Cordelia dispuesta a entregarse a una historia de amor con Angel. Sin embargo, los Powers That Be –o como veremos más adelante, Jasmine- le impiden llegar a su cita con el vampiro, para alivio de muchos, entre ellos, quien esto escribe.

Cordy Angel 2

Se puede decir que Cordelia alcanza su cénit como personaje al ascender al cielo de la noche angelina en el episodio final de la tercera temporada de Angel (“Tomorrow”, 3.22). Esto se debe a que la Cordelia de la cuarta temporada es otro personaje totalmente distinto, una vaina para un huésped que quiere traer al mundo un vástago del mal –y esta vez uno que no escatima en preparativos, disponiendo los elementos de la realidad a su antojo para llevar a cabo su plan. La Evil Cordelia no es en realidad sino una marioneta, totalmente inconsciente de sus actos. No obstante, esto es suficiente para que todo su arco argumental durante la temporada sea percibido como el desvirtuamiento de un personaje que ya ha alcanzado su madurez plena y para muchos debía haberse quedado tal y como estaba –que Cordelia se acueste con Connor, el hijo adolescente de Angel, es un ejemplo del extremo al que se lleva al personaje, aunque como decíamos, no se trate realmente de nuestra Cordelia en ningún momento.

Las malas lenguas apuntan a los encontronazos de Charisma Carpenter con el propio Whedon tras quedarse embarazada, obligando a reescribir la temporada entera. La leyenda urbana cuenta que el final de Cordelia, que casi sin que nos demos cuenta cae en un coma irreversible tras dar a luz a Jasmine y desaparece sin más, es un castigo del autor a la actriz –circula una historia muy parecida sobre el papel de Xander en Buffy. A pesar de esto, lo cierto –y paradójico- es que Evil Cordelia supone para Carpenter una oportunidad idónea para demostrar sus dotes como actriz –hasta el momento, y perdonadme, bastante escasos-, algo que salta a la vista durante posteriores visionados de la serie, que nos permiten apreciar mejor los matices de una interpretación con más capas de las que pudiera parecer.

Ya sea para acallar las voces que acusaban a Whedon de perjudicar la historia con su vendetta personal o para dar cierre verdadero al personaje –lo contrario no sería normativo en un trabajo vinculado a su nombre-, Cordelia regresa esporádicamente durante la quinta y última temporada de Angel, en uno de los episodios favoritos de los seguidores de la serie, “You’re Welcome” (5.12). En él, el Team Angel recibe la inesperada noticia de que Cordelia ha despertado de su coma, sorprendentemente, más fabulosa que nunca. Por otra parte, Lindsay ha vuelto a Wolfram & Hart para acabar definitivamente con Angel, y Cordelia presta su ayuda al vampiro por última vez para derrotarlo. Siguiendo el desarrollo natural del personaje tal y como quedó al final de la tercera temporada, Cordelia ejerce de guía espiritual de Angel a la vez que lucha a su lado, katana en mano.

Cordelia You're Welcome

En la que es la perfecta coda para el personaje, Cordelia reafirma su identidad como pilar principal en la lucha del vampiro contra el mal, y lo que es más importante, en su recorrido personal. A pesar de que se hace hincapié en el velado amor que sienten mutuamente -¿puede Angel amar a alguien que no sea Buffy?-, lo importante es que Cordelia, no importa desde dónde, será fiel a su promesa de ayudar a Angel a encontrar su redención. Al final del episodio, Angel recibe una llamada del hospital informando de que Cordelia ha fallecido, sin haber despertado del coma en ningún momento (Los Serrano plagiaron esta escena, por cierto). Es el momento en el que asumimos el final de Cordelia. El personaje que comenzó como un estereotipo caracterizado por su frivolidad y materialismo se despide como adalid de la perseverancia, la madurez, y el compromiso. Y esa es mi Cordelia.

Cordelia: I naturally assumed you’d be lost without me, but this?
Angel: I am lost without you.
Cordelia: You just forgot who you are.
Angel: Remind me. (“You’re Welcome”, 5.16)

El cuerpo de Angel, amén

Estoy leyendo un artículo sobre el cuerpo de Angel (el vampiro con alma). Es un artículo serio, de un libro de ensayos, serios (Undead TV: Essays on Buffy the Vampire Slayer), con artículos escritos por doctores y gente “importante”, pero en cada párrafo la autora se refiere a la cualidad “simultáneamente dura y blanda del cuerpo de Angel”, y yo no puedo tomármelo en serio, como comprenderéis.

Y si hay que escribir un artículo sobre el cuerpo de un personaje de Buffy, el uso del mismo para construir/utilizar el deseo en el público femenino y homosexual, y el contenido erótico/sadomasoquista de Buffy, ¿por qué Angel y no Spike? Andrew habría escrito sobre Spike.