Crítica: Insidious – Capítulo 3

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James Wan anda muy ocupado últimamente dirigiendo taquillazos históricos (FF7) y preparando su salto al mundo de DC Comics con Aquaman, por lo que el creador de Saw ha confiado en su segundo de abordo la tercera entrega de la exitosa saga de terror estilizado Insidious. Tras sus labores como productor y guionista de los dos primeros capítulos, Leigh Whannell, co-creador de la franquicia, toma el relevo de Wan. Insidious: Capítulo 3 supone su debut en la dirección, un trabajo en el que el realizador se desenvuelve en aguas de sobra conocidas para ofrecernos una entrega muy en la línea de las dos primeras, con la particularidad de que este tercer capítulo es más bien una origin story.

Insidious: Capítulo 3 bien podría (y quizás debería) haberse titulado Insidious: Capítulo 0, ya que se trata de una precuela que nos narra los acontecimientos inmediatamente anteriores al caso de la familia Lambert, que ocupó las dos primeras películas. Aquí se nos presenta a otra familia, formada por un padre viudo, Sean (Dermot Mulroney), y su hija adolescente, Quinn (Stefanie Scott), víctima de un espíritu insidioso que le está haciendo la vida imposible; y con ella se nos cuenta además cómo llegó a formarse el divertido trío de “cazafantasmas” capitaneado por la Zelda Rubinstein particular de esta saga, Lin Shaye, y completado por los atolondrados Tucker (Angus Sampson) y Specs (el propio Whannell).

af cartel insidious3La médium Elise Rainier lleva una temporada retirada del negocio paranormal y recluida en su casa, donde evita el contacto con el mundo de los espíritus debido a terribles acontecimientos del pasado (cuidado que todavía podemos tener una precuela de la precuela con la historia de Elise). Todo cambia cuando recibe la visita de Quinn, que requiere su ayuda para contactar con los muertos y enfrentarse al ente demoníaco que está atormentándola. Aunque a regañadientes, Elise regresa de su autoexilio para socorrer a la familia e intentar llegar al fondo del asunto y descubrir la razón por la que la presencia la ha tomado con la chica. La obligada visita de la médium al Más Lejano es más breve en esta película, lo que hace que la precuela esté menos arraigada en la fantasía y dependa algo menos de la atmósfera onírica que caracterizaba a sus predecesoras (sobre todo a la primera). Sin embargo, a pesar de la simplificación que experimenta la saga, en esencia Whannell no se distancia mucho de lo que hemos visto anteriormente en ella.

Lo que ocurre en el Capítulo 3 está conectado con las dos anteriores películas, aunque la mayor parte del film se dedica a desarrollar su propio caso. El esquema de Insidious 12 (así como el de The Conjuring y Annabelle) se repite una vez más y, a pesar de resultar rutinario y descansar en los mismos trucos y recursos de siempre, Insidious 3 cumple de sobra con lo que se espera de ella y logra mantener el factor espeluznante que la define. Lo más destacable de estas películas, aparte de los sustos de muerte (aquí más infartantes que nunca), es que hay un mínimo de preocupación por los personajes y la historia que no encontramos en otras sagas de terror PG-13 similares. Wan y Whannell han creado un universo ficcional reconocible dentro de un género que (en principio) ya lo ha inventado todoInsidious: Capítulo 3 no defraudará a los que disfrutaron con el díptico anterior, y consigue salir airosa del reto de repetir película por tercera vez dando protagonismo a la verdadera estrella y rostro de la saga, Lin Shaye.

Valoración: ★★★