Crítica: La entrega (The Drop)

THE DROP

El belga Michaël R. Roskam (Bullhead) dirige su segunda película, La entrega (The Drop) basándose en “Animal Rescue”, un relato corto escrito por Dennis Lehane, autor responsable de Mystic River Shutter Island, que en esta ocasión se encarga además de escribir el libreto. En La entrega nos adentramos en un barrio de Brooklyn para conocer a Bob Saginowski (Tom Hardy), reservado y peculiar camarero de un bar local que sirve como tapadera para llevar a cabo transacciones ilegales de la mafia. La muerte de un joven del barrio desata una investigación que sitúa a Bob, a su “Primo Marv” (James Gandolfini en su último papel para el cine), y a su entorno en el punto de mira de la policía y de la mafia chechena.

La entrega se puede adscribir al neo-noir y al cine de mafiosos, pero lo cierto es que es una película muy particular que desafía en cierto modo las convenciones del género, una inquietante fusión de drama, intriga y thriller que antepone la tensión contenida a la acción, y al igual que Drive de Nicolas Winding Refn, reserva los momentos impactantes y las revelaciones para escenas puntuales, plantando las semillas de la historia de manera sigilosa, y dejando que el espectador sienta la zozobra provocada por no saber muy bien qué está ocurriendo. La trama de La entrega no es muy complicada, pero se desarrolla con un gran sentido de la tensión y el pulso narrativo, haciendo que una historia sencilla como esta adquiera un gran número de dimensiones y matices.

La Entrega_PosterEn este sentido, la impresionante interpretación de Tom Hardy (la segunda que disfrutamos este año después de su tour de force en Locke) es el centro de la película, y también nos recuerda al Driver de Ryan Gosling. Hardy da vida a un joven aparentemente apocado, bondadoso y con ciertos indicios de síndrome de Asperger, que conoce a una chica del barrio con un pasado traumático, Nadia (Noomi Rapace), una noche en la que se encuentra un cachorro de pitbull herido en su cubo de la basura. Los dos desarrollarán una relación basada en la protección (de él a ella, y de ambos al animal), constantemente amenazada por la presencia de un hombre claramente desequilibrado (Matthias Schoenaerts), que reclama al perro como su propiedad. A medida que Bob se ve más involucrado en la trama criminal, su carácter se vuelve más complejo, y la ingenuidad da paso a una determinación que lo convierte en un personaje fascinante.

El de Hardy es un trabajo de precisión al servicio de un sobresaliente estudio de personaje, pero el resto de actores están a la altura. Destacan unos excelentes Rapace y Schoenaerts, que representan en cierto modo los polos opuestos que la película recorre: de la fragilidad, el miedo y la incertidumbre a la locura, la vehemencia y lo imprevisible. En La entrega, tenemos la constante sensación de que todo va a estallar en cualquier momento, y lo haga o no, esto hace de la película una experiencia cinematográfica intensa, sorprendente y memorable.

Valoración: ★★★½

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