Manual de supervivencia para el adolescente inadaptado
“El instituto es una mierda”. Hasta que un día deja de serlo. Para muchos es simplemente una etapa que se deja atrás y no se vuelve a visitar, para otros es la experiencia que da forma a una vida, la que regresa constantemente para recordarnos dónde comenzó lo que somos ahora. Es muy probable que esas personas incapaces de olvidar aquel extraño sentimiento llamado adolescencia fueran en su día wallflowers, como Charlie, Sam y Patrick. Los que ven cosas, y de repente lo entienden todo. Los que se permiten salirse de la norma establecida y soñar. Los que pueden ser cualquier cosa y en cierto modo ya lo son: novelista, director de películas de vampiros, budista punk. Don’t dream it. Be it. Marginados, desplazados, diferentes. Únicos.
¿Cuándo deja el instituto de ser una pesadilla para todos estos misfits? Cuando nos damos cuenta de que no estamos solos. Esa es la salvación para el adolescente inadaptado. Encontrar un amigo, o dos. Alguien con quien compartir los dolores del crecimiento, alguien que te saque de tu cuarto y te descubra que hay todo un mundo más allá de él. Es lo que le ocurre a Charlie (Logan Lerman) cuando conoce a los hermanastros Sam (Emma Watson) y Patrick (Ezra Miller) y entra a formar parte de su insoportablemente cool círculo de marginados. Es en el momento en el que nos damos cuenta de que tenemos a alguien a nuestro lado cuando comprendemos que todo es posible, y que somos infinitos. Cuando, sin que se percaten, los miramos y nos sentimos plenos, invencibles.
Las ventajas de ser un marginado (The Perks of Being a Wallflower) está repleta de instantes excelentemente articulados que retratan con acierto las profundas contradicciones de la adolescencia. Stephen Chbosky (director de la película y escritor de la novela que adapta) demuestra un buen ojo clínico a la hora de construir a sus personajes y hacerlos portavoces de su certera visión de la adolescencia. Y sus actores hacen un trabajo impecable a la hora de darles vida: Lerman conquista por su extrema sensibilidad y vulnerabilidad, Watson se aleja de su Hermione Granger y demuestra que tiene una larga carrera por delante (aunque deba perfeccionar el acento yanqui), y el arrebatador Miller es la verdadera revelación de la película -la segunda si tenemos en cuenta que él era lo mejor de la mediocre Tenemos que hablar de Kevin.
Estos chavales están definidos por la ilusión de las primeras veces (no solo las sexuales, que muchos ya han dejado muy atrás), pero sobre todo por su deseo de conocer, descubrir, llegar a lugares (supuestamente) inexplorados antes que la mayoría, y gracias a todo esto convertirse en alguien, obtener una identidad que les permita separarse de la masa, y que a ratos se usará como arma arrojadiza. Patrick está obsesionado con lo que es original y lo que no, el grupo favorito de Sam son los Smiths, y opina que “todo suena mejor en vinilo“. Charlie está lógicamente fascinado, atrapado por estos dos seres de un universo alternativo, que a nosotros, desde el futuro y habiendo dejado atrás ya esa fase, nos encanta desenmascarar: ninguno de ellos conoce “Heroes” de David Bowie. Qué tiernos, aun no han llegado a ese capítulo del manual. Por ello, es esta quizás la ‘primera vez’ más hermosa de toda la película.
Efectivamente, la música es muy importante en Las ventajas... Chbosky no solo utiliza los temas de Cocteau Twins, Dexys Midnight Runners o New Order para ambientar y situar cronológicamente la historia (estamos en 1991, aunque estas canciones pertenecen a la década anterior), sino que también la convierte en una de las herramientas más importantes y efectivas para caracterizar a sus personajes. Los gustos musicales como vínculo amistoso, como declaración de principios, y argumento en contra de lo mainstream. Pero también como prueba de la inocente, inconsciente y adorable condescencencia de estos personajes, y su evidente condición de ‘en construcción’: “Te quiero descubrir a Billie Holiday y el cine extranjero”, le dice Mary Elisabeth a Charlie, en uno de los momentos más elocuentes del filme. Y en relación a la música, el baile. Bailar se convierte en válvula de escape, en expresión de libertad y celebración de la amistad. Bailemos mientras podamos, mientras queramos. Es más, hagámoslo de la manera más extravagante y llamativa posible. De eso se trata, de sentir que el cielo es el límite, y que podemos bailar hasta caer rendidos, y que no nos importa lo que piensen los demás, aunque en el fondo sea lo que más nos importa del mundo. En una de las secuencias más importantes de la película, Sam y Patrick bailan como locos al ritmo de “Come On Eileen”. Charlie se une a la fiesta, y es entonces cuando se decide por fin a vivir.
Las ventajas de ser un marginado es una clara deudora de Donnie Darko (Richard Kelly, 2001), y va camino de amasar un culto mundial parecido. Ambas nacen con voluntad de retrato generacional alternativo, se ambientan en épocas prácticamente coetáneas (1988 vs. 1991), y sus protagonistas son inadaptados con desorden de personalidad. Chbosky hace que su Charlie habite el mismo universo que Donnie (sin los viajes en el tiempo y los conejos gigantes, claro), utilizando una fotografía y un trabajo de cámara que evocan indudablemente a la cinta de Richard Kelly. Pero donde Donnie Darko se adentraba en la oscuridad, Perks opta por un camino mucho más luminoso, a pesar de su desconcertante tramo final. Ya nos esté hablando de la locura en la adolescencia, o de la adolescencia como locura de vivir, Las ventajas de ser un marginado nos deja una cosa clara: la adolescencia es infinita.
Estaría al 100% de acuerdo contigo si no hubieras llamado mediocre a We need to talk about Kevin D: D: D:
Ojalá hubiera visto yo The Rocky Horror Picture Show en mi adolescencia!! (yo me quedo con esa primera vez en la peli)
¡Qué bonita entrada, qué peli tan preciosa! Creo que este es el blog 25 en el que digo lo mismo. Me parece imposible escribir nada malo de esta gran historia de historias, y desde luego casi todo el mundo coincide en lo maravillosa que es.
Yo no vi a Ezra Miller en esa peli (y sé que en esa no le veré) y desde luego está inmenso aquí, pero para mi el gran descubrimiento es Emma Watson. Era difícil quitarse la etiqueta de Hermione (ojo, a mi me parece un buen personaje y ella me caía simpática) y lo consigue desde el primer momento. Dudaba más del protagonista, y porque le vi hace años en una serie en la que su papel era algo discreto. Qué alegría verle aquí.
Gracias “Fuertecito” por esta critica.
La película y el libro me hicieron llorar. Maravillosa historia, y maravillosas las interpretaciones de los personajes. La única pega, que no se le haya dado mas protagonismo a la familia de Charlie.
Es una de mis películas de 2013. Obviando tecnicismos, te devuelve la sensación de tus primeras veces y la escena del beso es una de las más delicadas que he visto nunca. Quien diga que no le gusta la película tiene una cueva con murciélagos por corazón!
La película sería perfecta, si no tuviera ese final…
A cada uno lo suyo. Tú la relacionas con Donnie, yo he visto claramente Soñadores (en el baile solo les faltaba gritar “we accept him, one of us”) (he intentado buscar un gif de la escena y cuando he escrito “we accept”, google me ha sugerido la búsqueda “we accept the love we think we deserve”. Ha sido muy bonito).
¿Por qué no te haré caso más a menudo?