Gossip Girl: hasta pronto, chocho

Queridos seriéfilos, nos han engañado a todos. Llevamos seis años oyendo a Gossip Girl decir que “nunca” revelaría su identidad, pero por fin sabemos quién se esconde tras la escandalosa web que ha destapado las vergüenzas de este grupo de upper-eastsiders pre-adultos, poniendo sus vidas del revés semana a semana, y ayudando al personal a echarse unas buenas siestas. El desenlace de una de las series más importantes de CW, antaño fabulosa y desde su segunda temporada en permanente agonía, es sorprendentemente satisfactorio. Un festival de nostalgia, un best of repleto de cameos (el más grande el del mismísimo alcalde de Nueva York, Michael Blooberg), guiños al pasado y frases célebres (“tres palabras, ocho letras”); y un magnífico cierre para (casi) todos los personajes. En definitiva, un último episodio que prácticamente obvia todo lo ocurrido en las últimas temporadas para funcionar como conclusión de aquel inolvidable primer año. Todo lo que el final de Gossip Girl debía ser y temíamos que no fuera.

Gossip Girl es Dan Humphrey. ¿Cómo os quedáis? Me consta que algunos se lo esperaban, pero a mí, que había abandonado la serie al final de su tercera temporada y me reenganchaba para el fin de fiesta, me ha pillado totalmente por sorpresa. Y ha sido una muy agradable. Porque a pesar del abandono de la coherencia interna, y de las incongruencias y agujeros argumentales que podríamos encontrar echando la vista atrás (yo no seré quien lo haga), tiene mucho sentido y es muy significativo que Dan sea Gossip Girl. No, no es un deus ex machina, sino todo lo contrario, un final hábilmente justificado que encaja a la perfección con la trayectoria de la serie y del personaje. Dan Humphrey es escritor. Siempre lo ha sido. Y siempre ha deseado a Serena Van Der Woodsen. Qué mejor manera de adentrarse en el mundo que le cierra las puertas por no haber nacido por encima de la calle 59 que escribiéndose dentro de él. Es la gran historia americana. ¿Qué te parece, F. Scott Fitzgerald?

Como si de un teatro de marionetas muy caro se tratase, Dan ha movido los hilos desde el principio, mucho antes de encontrarse con Serena en Grand Station Central, aquella icónica e histórica secuencia que, como no podía ser de otra manera, se recrea en este “New York, I Love You XOXO”: un flash-back nos da a conocer el verdadero momento en el que Dan se cuela por Serena y su maquinaria creativa se pone en marcha. Serena escucha la historia en una sobria y elegante escena y a partir de ahí todo cobra sentido. Su narración, acompañada de un estupendo resumen en imágenes, dispone en pocas palabras toda la esencia de la serie y explica lo que la hizo tan importante en su primer año: “Adolescentes actuando como si fueran adultos, adultos comportándose como adolescentes, ocultando secretos, difundiendo rumores, todo condicionado por la abundancia y la opulencia. […] Cuando Serena volvió del internado, escribí mi primer post sobre mí. Puede que fuera un pringado, pero al menos todo el mundo hablaba de mí”. Y de todo eso iba precisamente Gossip Girl al principio, aunque se les olvidase muy pronto.

Así es como todos los personajes descubren la verdad (todos menos Jenny, que la conocía desde hacía tiempo). Las reacciones no se hacen esperar, pero no hay cristales rotos. Porque no hay tiempo para más giros o conflictos, y hay que poner el lazo a esta historia. Serena se da cuenta de que no está enfadada con Dan por todo lo que ha hecho, al contrario, denomina sus acciones como una “carta de amor” a todos ellos (no sé si me parece precioso o lo más estúpido que he oído nunca) y convence en dos segundos a los demás para que lo perdonen también -casi tanto como lo que tardan Blair y Chuck en ser exculpados y liberados. Lo que viene a continuación es una desternillante escena en la que todos desvelan quién creían que era Gossip Girl. “Todos sabíamos que era uno de nosotros, ¿no?” (Chuck). Las teorías de los personajes coincidían con las de los espectadores: Dorota, Eric, Jenny… Y una de las más extendidas, la que situaba a Kristen Bell como un personaje desconocido que aparecería en el último momento con toda la verdad, es desarmada por una excelente escena en la que la actriz ensaya junto a ¡Rachel Bilson! los diálogos para una audición de la película basada en el libro de Dan Humphrey. Bell nos mira a los ojos y dice “Hola, upper-eastsiders, aquí Gossip Girl”. Nos asustamos, pero todo es una broma. Una de muy buen gusto. ¿O no?

Los diez últimos minutos de “New York, I Love You XOXO” son probablemente los mejores de la serie, y desde luego, los más destacables de la finale -con permiso del gran momento en el que Blair y Chuck huyen de la ley al ritmo de una versión de “Bonnie & Clyde” de Gainsbourg, lo más pasable de un penoso primer acto. A los cameos de Bell y Bilson se unen los de viejos conocidos del reparto, Vanessa, Agnes, Juliet, y en el flash-forward final, los hermanísimos, Jenny Humphrey (que ha crecido ocho palmos) y Eric van der Woodsen (que los ha menguado). No hacen absolutamente nada, pero contribuyen a esa sensación de cierre total. Aunque el mérito lo tengan realmente las dos bodas y el hijo repelente de Blair y Chuck (!!). Pero el cameo más importante desde mi punto de vista (con permiso de Lisa Loeb, OMG) es el de las escaleras del Met, donde transcurrieron las escenas que definieron esta serie, y donde volvemos en este capítulo que, cómo no, también constituye una oda a Nueva York. Decimos adiós a unos personajes que por fin han hallado la paz, que a pesar de actuar como adultos desde los 15, no sabían realmente lo que esto significaba hasta ahora -mientras, los verdaderos adultos son completamente ignorados y sus historias se quedan incompletas. Pero Gossip Girl no se despide de su audiencia sin dejar una puerta abierta para la siguiente generación de cotillas. Remitiéndonos directamente al final de The O.C. (también de Josh Schwartz), en el que Ryan se reconoce a sí mismo en un desangelado chaval de la calle, vemos a otro Dan Humphrey paseándose entre niños ricos, mientras Gossip Girl nos asegura que siempre existirá. Ciclo completo. Final redondo. Gossip Girl, no te extrañaré nada, pero me alegro de haber asistido a tu fiesta de despedida. Alcemos todos las copas y brindemos: por Kristen Bell.

6 pensamientos en “Gossip Girl: hasta pronto, chocho

  1. A mí que Lily no acabe con Rufus me jode la vida. A qué cojones viene Rufus con Lisa Loeb? Pero de dónde se la han sacado?? Y que Lily acabe con otro manipulador y estafador? Noooo.

    • Lili acaba con Rufus, le da un beso y se sienta al lado del padre de Serena,pero nada más. Al menos eso entiendo yo cuando se plantan un beso en los morros! jeje

  2. No me acordaba del final de The O.C.! pero es verdad, qué cosas!. pero estoy con PiliHalliwell, Rufus y Lily han quedado fatal, ese era un punto importante para cerrar, sobre todo después de como quedaron en la 5º temporada, un algo, una disculpa, una reconciliación al menos. Pero bueno, he quedado satisfecha.
    Una cosa que se me acaba de venir a la cabeza y que a lo mejor me lo estoy inventando porque hace mil que no lo veo, ¿pero O.C. no terminaba también con la boda de Summer y Seth unos años después o algo así?

  3. A mí lo de la “carta de amor” que dice Serena sí me ha parecido precioso 😛 La escena de Kristen se me ha hecho un poco larga, sobre todo me sobra el guiño (físico). Por lo demás, y aunque al principio del capítulo lo notaba todo muy forzado (dejé -perdón, paré- la serie antes aún que tú, y no estoy ya acostumbrada), me ha gustado bastante.

  4. Me has convencido para ver el último capítulo. A mí, que dejé en la segunda temporada este despropósito.

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