Clásicos recuperados: Xena, la princesa guerrera

No soy mujer, y por lo tanto, tampoco soy lesbiana. Pero os puedo asegurar que yo viví Xena, la princesa guerrera como si lo fuera. Confieso que soy una de esas personas que cambiaban el canal en cuanto se encontraban con el festival de efectos especiales casposos y diseño de producción de función de primaria que es a primera vista Xena (sobre todo en sus primeras temporadas). La serie ya llevaba varios años finalizada cuando me decidí a echarle un vistazo de verdad. Con tan solo tres episodios sabía que me quedaba hasta el final y me apresuré a pedir los sets estadounidenses de todas las temporadas en DVD (ediciones mastodónticas con generosísimos contenidos adicionales en packs de hasta 10 y 11 discos que os recomiendo por encima de las escuálidas ediciones más recientes). A lo largo de estos tres primeros episodios, firmé un contrato con la serie cuyas cláusulas más destacadas eran las que siguen:

PRIMERA: el espectador se compromete a hacer la vista gorda ante los primitivos efectos digitales y el cartón piedra entendiendo que es televisión noventera; es más, acabará recibiendo con entusiasmo todas las escenas que le recuerden a El rescate del talismán; los efectos especiales cutres pueden ser un arte;
SEGUNDA: el espectador profesará amor incondicional a Lucy Lawless y tratará por todos los medios de imitar a la perfección el grito de guerra de Xena, por mucho que le cueste;
TERCERA: el espectador jura no volver a subestimar un producto basándose en su factura, especialmente si el producto en cuestión resulta ser un fenómeno cultural y social;
CUARTA: el espectador no se alarmará si a mitad de camino empieza a replantearse la naturaleza de sus mejores amistades, como tampoco lo hará si comienza a identificarse como una mujer homosexual, a pesar de ser hombre; de la misma manera, asumirá que todas las conversaciones que escuche tendrán siempre un doble sentido sexual;
QUINTA: el espectador jura no aburrirse ni un solo segundo de los 134 episodios de cuarenta minutos que componen la serie;
SEXTA: la serie asume su responsabilidad en el cumplimiento de todas las cláusulas por parte del espectador y por tanto promete facilitar la tarea de llevarlas a cabo.

El origen de Xena, la princesa guerrera es por todos conocido. A partir de un arco de tres episodios en HérculesXena se estrenaba el 4 de septiembre de 1995 como spin-off de la serie protagonizada por Kevin Sorbo. La premisa era sencilla: tras un pasado como villana, la princesa guerrera inicia un viaje para expiar sus crímenes y asegurarse un lugar en el paraíso. El spin-off pronto superó en popularidad a la serie de la que se originó, midiendo el éxito no tanto en base a las audiencias sino en el impacto que tendría en la cultura popular y su perdurabilidad a lo largo del tiempo. Sin duda, Xena se convirtió en un icono, un símbolo de fortaleza e independencia femenina, una causa. Todo el mundo conoce a Xena, referente indispensable sin el que no se entendería la siguiente corriente de ficción catódica y la posición actual de la mujer en televisión. Ya sabéis, What Would Xena Do?

Un gran amigo me preguntó una vez extrañado “¿por qué te gusta Xena?” Después de un titubeo inicial (comprensible teniendo en cuenta que las preguntas más difíciles de contestar para mí empiezan con ¿por qué te gusta…?), dije algo así como “tienes que verla para saberlo”. Es algo similar (salvando las distancias) a lo que ocurre con otra de las series de culto por excelencia, Buffy, cazavampiros. No basta con pararse cinco minutos al toparse con ella haciendo zapping, o ver un episodio al azar. No es su impacto inicial lo que la define, sino su cualidad para convertir progresivamente al espectador en una de las piezas más importantes del engranaje de la serie. La autorreflexividad de la que hace gala Xena es una de las características que hacen que la serie trascienda la etiqueta de placer culpable (el episodio 2.15, “A Day in the Life”, deconstruye la serie en un ejercicio metanarrativo magistral). La riqueza de sus matices, el carácter recurrente de los personajes secundarios más populares (el adorable Joxer, el canalla Atolycus o la loca loquísima Callisto) y el omnipresente subtexto lésbico hacen que Xena se convierta, a medida que avanzan las temporadas, en la serie más autoconsciente jamás creada, hasta el punto de diseñar toda su sexta temporada como una carta de agradecimiento y homenaje a los fans de la serie, que acaban desempeñando un papel esencial dentro de la narración. Y los que me conocéis sabréis que esto, para mí, es un factor decisivo. Xena me quiere, por lo tanto, yo quiero a Xena.

Otra de las virtudes de la serie es proyectar en su audiencia un espíritu de lucha que va más allá del manual de autoayuda (testimonios como los recogidos en How Xena Changed Our Lives dan fe). Se trata de un mensaje sencillo pero tremendamente poderoso si se maneja con respeto: sé fiel a quien eres. No sería ni la mitad de efectivo si no fuera por el compromiso total de las dos actrices protagonistas, Lucy Lawless y Renee O’Connor. A pesar de haber tenido una carrera prolífica en televisión (vinculada a la ciencia ficción y la fantasía), Lawless siempre será Xena, y aunque a lo largo de la serie se mostrase ocasionalmente reacia (es lógico cuando la popularidad de un personaje es tan alta), actualmente la actriz se enorgullece de haber sido la princesa guerrera. Lawless ha consolidado su estatus como reina geek, sin olvidar en ningún momento el personaje que la puso en el mapa. O’Connor, prácticamente desaparecida, mostró un compromiso aún mayor por el personaje al que interpretaba (Gabrielle) y por su serie. En este sentido, llegó a adoptar el papel de aprendiz de realizadora, que le otorgó un mayor control sobre una historia que era mucho más que un trabajo para ella. La pasión de ambas actrices se complementaba con la absoluta dedicación de un equipo que, aunque no siempre obtuviera los mejores resultados, amaba lo que hacía. Era muy fácil sentir, e incluso ver ese amor, y una década después de su final, sigue latiendo con fuerza.

Xena comenzó como una historia de redención que prometía además la diversión más camp, el exceso más picante, y la acción más cartoonesca (inolvidables e imprescindibles efectos de sonido), a la vez que dejaba claro desde el principio su intención de explorar la naturaleza del bien y del mal desde una perspectiva más ‘seria’. Sin embargo, lo que acabó definiendo la serie producida por Sam Raimi fue la profunda amistad entre sus dos protagonistas. Inquebrantable y eterna, la relación entre Xena y Gabrielle dio mucho que hablar. Los dobles sentidos y la ambigüedad inicial que sugería que estaban enamoradas dieron paso a un tratamiento mucho más explícito del asunto (con besos dignos de debate nacional incluidos), que culminó en uno de los episodios más excéntricos de la serie, “You Are There” (6.13). En él, un reportero del presente aparecía en Escandinavia y seguía a Xena y Gabrielle micro en mano y acompañado de un cámara. En una de las entrevistas a Gabrielle, el reportero preguntaba sin rodeos si ella y Xena eran amantes. La extravagante propuesta venía a confirmar el profundo impacto que la serie había ejercido sobre las audiencias de todo el mundo. Sin embargo, descubrir la naturaleza de la relación de Xena y Gabrielle no era el motor de la serie (sobre todo porque todos conocíamos la respuesta). La audiencia regresaba porque no había existido en televisión un amor tan profundo como el de estos dos personajes.

Junto a Expediente X, Xena fue una de las primeras series que se benefició de las posibilidades que el ciberespacio brindaba a las producciones de naturaleza serial. La enorme base de fans de Xena se relacionaba a través de los numerosos foros de Internet y páginas webs dedicadas a la serie (la inabarcable Woosh se enorgullece de ser referencia indispensable para los Estudios Televisivos). Los debates sobre la exactitud histórica de la serie quedaron rápidamente obsoletos (los guionistas se tomaban todas las licencias que podían, sin ningún reparo), y el peso de todas las discusiones recaía en la relación entre Xena y Gabrielle. Esto generó un importante debate sobre los derechos de los homosexuales, además de originar una de las corrientes de fan fiction más importantes de la red.

Y si Xena contribuyó a consolidar Internet como espacio idóneo para la socialización de geeks de todo el mundo a mediados de los 90, además de convertir los foros de discusión en una de las herramientas indispensables para los guionistas televisivos, es justo que ahora Internet le devuelva el favor a la serie. Lucy Lawless anunció hace un año su deseo de llevar a Xena a la gran pantalla. A partir de entonces, son numerosas las campañas que han surgido a favor de una película de Xena, de las que destaca esta petición a través de Facebook. Con un reboot de Buffy en marcha y una tercera película de Expediente X planeada para el año que viene, solo nos hace falta la confirmación de que “Lucy Sin Ley” volverá a hacer la payasa enfundada en su traje de cuero y metal. Somos conscientes de que (como los otros dos proyectos mencionados) ver a Xena en el cine es algo poco probable, pero nos basta con pensar en que haya una remota posibilidad de oír su grito de guerra en 7.1, y con suerte, vivir un verdadero beso de película entre Xena y Gabrielle.

12 pensamientos en “Clásicos recuperados: Xena, la princesa guerrera

  1. Hola! tramenda reseña que has hecho de Xena, genial!! todos esperamos que se realice el proyecto de la pelicula. Saludos desde México!!

  2. Mira, una de las cosas más preciosas y geniales que he leído nunca sobre Xena, y eso que yo me he leído Woosh enterita unas 300 veces, además de TODAS las webs sobre Xena (lo juro!! esta también era muy buena ausxip.com). Ojalá hubieras vivido la época de más furor de Xena. Era la locura, y además entonces era complicado encontrar tantas cosas, aunque las hubiera. Internet era lento, las webs eran una mierda, para enterarte de las cosas tenías que ser muy constante…pero era maravillosa. Xena cambió un poquito mi vida también. Era todo nuevo, increible y muy emocionante 🙂

  3. Yo te maldigo Fuertecito!!! No tuviste bastante con convertirme en fan fatal de la rubia cazavampiros y su troupe que ahora me tientas con Xena!!! MALDITO SEAS!!

  4. Muchos concordarán conmigo que una de las razones para ver ‘Xena, la princesa guerrera’ era ganarse con los escotes y minifaldas que usaba Lucy Lawless (la protagonista). La serie, ambientada en la antigua Grecia, nos narraba las aventuras de Xena y Gabrielle, dos grandes guerreras e inseparables amigas que luchan contra las injusticias propias de la época.Mirenla en todos los videos http://perutops.com/b/lucy-lawless-la-recordada-xena-totalmente-peladita_1002045.html

  5. La esperanza es lo ultimo que se pierde, asi que no perdamos la esperanza de que si hagan la pelicula de nuestra XENA 🙂

  6. Para quienes somos fans de Xena debemos saber que no solo gusta por su mundo subtextual (visible para algunos e invisible para otros) sino porque nos obsequia un mundo lleno de aventuras y de historias fascinantes(muy locos a veces… doblemente fascinantes), con Xena podemos perdernos en la línea de los tiempos pero la seguimos hasta el final, podemos iniciar nuestra aventura en Anfípolis, detenernos en Potedaía, cruzar Roma, la India, Egipto terminar en Japón y… quedarnos con la ilusión de volver a Egipto e ir a la tierra de los faraones.

  7. Muy bueno el articulo, felicidades.
    Queria simplemente decir que Xena abrió la puerta para que las siguientes generaciones tuvieran una mujer guerrera,valiente, segura de si misma siendo protagonista de una serie de TV.
    Sin Xena no hubiera habido una Buffy, una Nikita, una Sidney Bristow, Veronica Mars, Alicia Florick … etc…
    Marco un antes y un después en el fandon, el fandom de Xena es muy fuerte aunque hayan pasado 20 años.
    Larga vida a la guerrera y ojala el reebot lo hagan Lucy y Renne. Sin Lucy y Renee NO PARTY!!

  8. hola! Si… Realmente muy bueno en la artículo, ustedes saben en donde puedo ver los capítulos? No se estado buscando y en Internet pues salen algunos pero es difícil encontrarlos, espero poder saber de ustedes. Muchísimas gracias
    Y… Si alma, tienes mucha razón en todo lo que dices estoy completamente de acuerdo contigo larga vida a Xena

  9. Estoy, literalmente ahora mismo, viendo el capítulo 1×11. Yo no necesité ni 3 capítulos para caer rendido ante Lucy. Nunca había entendido el éxito de esta serie porque nunca me había parado a verla de verdad (quizá porque en su época me quedaba en lo meramente superficial) y estoy disfrutando del hecho de disfrutar viéndola. Prácticamente siempre coincido contigo en lo que escribes, pero es que aquí hablas por millones de personas, los que la vieron, los que la visteis después y los que la estamos descubriendo ahora. Los personajes femeninos actuales son lo que son gracias a Xena! larga vida a Lucy Sin Ley!!!

  10. Ojalá la actriz piense en la gran cantidad de personas , fans que piden su regreso. Ella está espléndida a sus 48 años y puede ejercer ese papel como la mejor, sería bombazo y éxito a nivel mundial. Los fans se conformarían con un capítulo y quitarse ese mal de boca con otro final, que vuelva xena , que vuelva Lucy !

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