New Girl: del amor al odio en dos episodios


Repetid “adorable” muchas veces y muy rápido. Veréis cómo poco a poco la palabra se va a convirtiendo en “insoportable”.

Ahora que ya hemos visto el segundo episodio de New Girl podemos reconocer que aquel resquicio de duda que teníamos con respecto a la serie no era tan pequeño como queríamos hacer ver. El mayor miedo a la hora de adentrarse en la nueva comedia de la FOX era la posibilidad de que la serie se agotase rápidamente y su protagonista, Zooey Deschanel, cruzase la delgadísima línea que hay entre la adorabilidad y la saturación. El (confeso hasta la extenuación) amor que siento por la cantante de She & Him me obligaba a adoptar una postura prudente con respecto a su nueva aventura catódica. Pues bien, después de “Kryptonite” puedo confesar y confieso que he sentido auténtico terror ante la remota posibilidad de llegar a aborrecer a la Deschanel. La FOX ha encargado ya una temporada completa de la serie (las audiencias la respaldan), y yo me pregunto si será posible rellenar tantos minutos de televisión únicamente a base del extraterrestre encanto de Jess. Si se quiere evitar la deserción en masa de la audiencia, es necesario trabajar más en las tramas y los personajes secundarios (que de momento no hay por dónde cogerlos), y descargar a la protagonista del 100% del peso de la serie.

En un año en el que parece que las sitcoms multicámara regresan para declarar la guerra a las comedias de corte más cinematográfico e ínfulas docudramáticas, New Girl evidencia un claro agotamiento del formato. Hasta echamos en falta algunas risas enlatadas que nos hagan más llevaderas muchas de las escenas supuestamente cómicas que lo que en realidad hacen es poner a prueba el aguante del espectador. La vergüenza ajena impide encontrar algún rastro de brillantez.
Ya sea como segundo episodio (el que realmente muestra las posibilidades de una serie), o como verdadero piloto de New Girl (por los cambios en el reparto, la nueva cabecera), “Kryptonite” no logra funcionar y transcurre a la deriva entre los mohínes de la protagonista, secundarios antipáticos (la amiga modelo) y las subtramas más estúpidas (la lucha psicológica por la habitación más grande del piso). Sería más lógico encontrarse “Kryptonite” en una quinta temporada, a menos que los guionistas nos estén reservando lo mejor para después. Después de un piloto en la cuerda floja, New Girl se precipita hacia el vacío. Puede que sea demasiado pronto para echarle la cruz (desde luego, FOX, que es muy dada a usar su todopoderosa hacha, no lo ha hecho), pero por lo que hemos podido ver hasta ahora, New Girl no parece contar con lo que hace falta para que una comedia triunfe más allá de las audiencias: carisma. Recemos para que Zooey no cante tanto en el tercer episodio. Y yo iré a autoflagelarme por haber dicho eso.

 

2 pensamientos en “New Girl: del amor al odio en dos episodios

  1. Zooey me encantó en el episodio, pero como comentas, todo lo que la rodea no está a la altura. Los secundarios no hacen gracia y no parecen encontrar el tono adecuado para aprovecharlos. Sería una pena tener que abandonar la serie por aburrimiento.

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